JULIO FERNÁNDEZ | Profesor de la Usal
Los políticos de nuestro patio hispano están ofreciendo una lamentable imagen, no sólo de decoro, educación y cortesía, sino también de mal ejemplo a la ciudadanía por los casos de corrupción y enfrentamientos (que no rivalidades lógicas y posiciones ideológicas contrapuestas que contribuyen a la mejora del bienestar de los ciudadanos) inútiles, cuyo único objetivo es la consecución del poder por el poder, para amasar fortuna, mandar (no dirigir ni gobernar) y caciquear, sin pensar en las necesidades de la colectividad ni en la consecución y mantenimiento del Estado Social y Democrático de Derecho.
Si no teníamos bastante con las peripecias de los Bárcenas, los ERE,s de Andalucía, de 'políticos ejemplares' como Fabra y ex presidentes autonómicos como Matas (quién, por cierto, era un ejemplo de gobierno que Rajoy reclamaba para España cuando estaba en la oposición) o de los Urdangarín o Blesa, ahora emerge el 'Molt Honorable' Pujol y toda su dinastía familiar intoxicados por presuntos delitos contra la hacienda pública, blanqueo de capitales, tráfico de influencias, prevaricación, cohecho y toda la lista de delitos contra el Patrimonio y Orden Socioeconómico y contra la Administración Pública. Cada vez estoy más convencido que si no hubieran existido estos lúgubres personajes nuestro país sería el más rico del mundo y los españoles disfrutaríamos de un estado del bienestar que nada tendría que envidiar al de los países nórdicos.
Si a esto le unimos que lo único que interesa a los gobernantes es modificar la legislación electoral para volver a ganar las confrontaciones electorales futuras, convierte a nuestros territorios en reinos de taifas o repúblicas bananeras y populistas como la 'Chavista' o 'Castrista', y que, por cierto, tanto critican desde el PP. Efectivamente, Chavez modificó la constitución bolivariana con el único fin de perpetuarse en el poder, pero también desde el PP pretenden modificar la Ley electoral para (de cara a la opinión pública) que sea elegido alcalde la lista más votada (dicho así parece democráticamente más viable), pero negando que sea en una segunda vuelta entre los cabezas de lista más votados, apurando así más el auténtico espíritu democrático. Desde el PP saben que van a perder muchas mayorías absolutas. Pero también saben que, aunque sigan siendo la lista más votada en buen número de Ayuntamientos, si hubiera una segunda vuelta y se le diera opción a que también fueran oídos los electores de partidos minoritarios, gobernarían en muy pocos.
En fin, vayámonos de vacaciones y relajémonos en las playas o en nuestros hermosos pueblos, a la sobra de una terraza o sendereando por los hermosos paisajes de Las Arribes y disfrutemos de nuestras tradiciones, costumbres y gastronomía. Es la mejor forma de emprender de nuevo el trabajo diario y soportar las necedades que nos cuentan nuestros dirigentes políticos.