VILLARINO | Cerca de una treintena de jóvenes han realizado labores de limpieza arbustiva en las zonas de merenderos y barbacoas en el estuario del Tormes
El segundo turno de Voluntariado del Inice llega a su fin en Villarino. A lo largo de los últimos días, cerca de una treintena de jóvenes llegados desde distintos lugares de España vienen participando en labores colaborativas a sugerencia del Ayuntamiento de esta localidad.
Son los voluntarios del Inice, asociación fundada en Salamanca hace 38 años, en coorganización con el Consejo de la Juventud de Castilla y León, y que su presencia en Villarino está patrocinada por el Ayuntamiento, el cual facilita que los voluntarios puedan desarrollar su actividad y residir en el municipio durante los días de voluntariado.
Desde el pasado día 14, los voluntarios del Inice han realizado labores en el parque botánico del municipio y que se sitúa junto a las piscinas municipales, han procedido a la limpieza arbustiva de la zona de Los Bodegones, donde se ubican varias bodegas tradicionales de gran valor etnográfico, y han ejercido de pintores sobre el pabellón D-2, edificio municipal donde permanecen alojados hasta el próximo jueves, día que concluye su estancia en la localidad.
Limpieza arbustiva en Ambasaguas
Pero además de estas tareas de mejora del entorno urbano, su actividad se ha trasladado al entorno natural de la localidad, perteneciente al Parque Natural Arribes del Duero y una de las que mayor riqueza medioambiental aporta a este espacio protegido.Concretamente, su actuación en este campo se ha centrado en Ambasaguas, uno de los parajes más emblemáticos del Parque Natural por sus características geográficas y medioambientales, pues no en vano aquí el río Tormes entrega sus aguas al Duero, un estuario que ?además? sirve de línea divisoria entre España y Portugal, y Zamora y Salamanca, cuatro territorios geográficos en un mismo espacio y cuyos caracteres de altitud, temperatura y régimen de lluvias han dado paso a una de las zonas de mayor biodiversidad del Parque Arribes.
Lamentablemente, la actividad del hombre en la búsqueda por aprovechar al máximo los recursos naturales también ha hecho mella en este paraje, un paisaje por el que el Tormes discurre entre acantilados hasta descubrirse ante el Señor de la Meseta y Rey de Las Arribes. La degradación de sus últimos 17 kilómetros no pasa desapercibida para nadie, pero especialmente para los lugareños que sobrepasan los 60 y que conocieron Ambasaguas en plena efervescencia, sin presas ni embalses, tan solo alterado por el griterío de los muchachos que en verano refrescaban sus cuerpos en el agua de sendos ríos.
Y aquí es donde los voluntarios del Inice también han querido dejar su huella. A lo largo de los dos últimos días han procedido a la limpieza arbustiva en las zonas de merenderos construidas por el Ayuntamiento hace más de dos décadas.
A lo largo de estas dos jornadas, han eliminado la hierba y arbustos que ocultaban en muchos casos barbacoas y mesas de piedra, y que son utilizadas como zonas de recreo por los visitantes que recibe este paraje, especialmente en la primavera. Esta labor ha estado en todo momento supervisada por Fátima del Arco, técnico del Parque Natural Arribes en la Casa del Parque en Sobradillo y que este martes, además, ofrecía a los voluntarios una breve charla para explicarles algunas de las peculiaridades de este espacio protegido, una sesión que tenía lugar en el salón de cine y que ponía fin a la actividad de la mañana.Pero además de estos trabajos colaborativos, los voluntarios también conocen durante su estancia en Villarino las costumbres e historia de la localidad, sus gentes, cultura tradicional y la forma de vida de sus habitantes, disfrutando ?además? de todo lo que ofrece esta zona y de la que se llevarán un gran recuerdo al regresar a casa, con la satisfacción añadida de haber contribuido a la conservación del medio de vida rural, tan olvidado y desplazado por instituciones y una gran parte de la sociedad.