Los novillos de la ganadería de Herreros ponen fin a los Corpus

Con menos público que el día anterior, aunque no menos animado, discurrió este domingo en Vitigudino el último encierro de las fiestas del Corpus, un festejo que, a la postre, ha puesto fin a estas celebraciones que comenzaron el pasado miércoles y que han tenido como protagonistas a las peñas, alma del Corpus.

Se corrieron seis novillos de la ganadería de Herreros, de desigual presentación y que apenas se prodigaron en embestidas a pesar de los intentos de decenas de aficionados que un día más saltaron a las calles. Tan solo un 'torito colorao' divirtió a los aficionados bajo los balcones de Muebles Tommy's, el resto pasaron casi sin mirar a los lados e incluso entre algunos corredores que llegaron a tocaron pelo, pero la fiesta no iba con ellos.

Conforme a la hora prevista, los astados fueron saltando de uno en uno a la calle San Roque sin más incidencias que algunas carreras y capotazos robados a la velocidad de los astados. No hubo más.

De esta manera los vitigudinenses se despiden de unos Corpus que se han caracterizado por el gran ambiente que a cada festejo imprimieron las peñas con la ayuda de las distintas charangas. Entre lo destacado, además del encierro del sábado, la verbena amenizada también esa noche por la orquesta Pikante. Todo un lujo.