Casa de Castilla y León en Getafe

Hace unos años invitado por Carlos, un peñarandino que desde hace décadas vive en Madrid, visité por primera vez la Casa de Castilla y León en Getafe. Quedé impresionado por los miles de socios que pertenecían a la misma y la cantidad de actividades que realizaban. Volví en otras ocasiones, una de ellas tras ver ganar a la UDS 1-2 con un golazo de Quique Martín acompañado por varios salmantinos, y en todas ellas el trato que nos dispensaron fue excepcional.

Por ello, cuando hace dos semanas vi en diferentes medios de comunicación la intención del actual Alcalde de Getafe de desalojarles forzosamente, llamé al presidente de la Casa de Castilla y León para ponerme a su disposición e intentar evitar que se consume una decisión incomprensible. Desde el año 2012 el Ayuntamiento de Getafe no ha renovado el convenio con la entidad que aglutina a nuestros paisanos en Getafe, algo que sí ha hecho con las demás casas regionales. Además, entre los agravios que sufre la Casa de Castilla y León está la obligación de pagar IBI por un edificio municipal, que no es exigido a ninguna otra entidad que utiliza instalaciones propiedad del Ayuntamiento de Getafe para desarrollar sus actividades.

A pesar que el edificio donde la Casa de Castilla y León desarrolla sus actividades ya tiene una pequeña biblioteca abierta a todo el público, la excusa del equipo de gobierno municipal de Getafe para el desalojo es instalar allí una. Y no han tenido empacho en solicitar el abandono del edificio por vía telefónica llamando personalmente al número privado del presidente. Juan Soler, que es al actual alcalde de Getafe, solo tuvo un argumento para justificar su propuesta de desalojo: "tenemos muchos metros cuadrados de casas regionales y pocos de bibliotecas", haciendo público el pasado 3 de junio que el escritor Lorenzo Silva, que vive en la localidad, apoyaba su iniciativa. Un día tardó Lorenzo Silva en desmentir al alcalde al asegurar públicamente: "Si para vestir a un santo, hay que desvestir a otro? yo creo que hay otros santos a los que desvestir. Las casas regionales no se pueden oponer como el estorbo para que haya bibliotecas. Otra cosa es si tienen espacio libre y ocioso para poder convivir, pero su voluntad no es sacrificar lo uno a lo otro; ni lo comparto en general ni menos aún con la casa de Castilla y León, teniendo raíces castellanoleonesas".

Ante esta realidad pregunté al Consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León si tenía intención de realizar alguna gestión ante el Ayuntamiento de Getafe para evitar este desalojo, respondiendo con su habitual tono buscando bronca y confrontación, que tuvo una respuesta proporcionada por mi parte, pero que en nada ayuda al mantenimiento de las actividades modélicas que hasta ahora ha tenido la Casa de Castilla y León en Getafe, a la que seguiré trasladando, de la mejor manera que sea capaz, mi apoyo.