El obispo sobradillense, José González Alonso, repasa su casi medio siglo en tierras brasileñas

José González ha pasado dos tercios de su vida en tierras brasileñas, a donde llegó por primera vez en octubre de 1965. Previamente, en España, cursó Humanidades y Filosofía en el Seminario Diocesano de San Cayetano, donde entró con 12 años.

Fue en esa época donde le empezó a surgir su vocación de ayudar a las Diócesis más necesitadas, según explicó en un encuentro que tuvo en la tarde del miércoles con los medios de comunicación de Ciudad Rodrigo, y como primer paso, se puso a disposición de la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispano Americana (OCSHA).

Estando estudiando Teología en la Universidad Pontificia, pasó por Salamanca un Obispo procedente de Brasil, que pidió ayuda a la Conferencia Episcopal Española. Junto a otro sacerdote de la Diócesis Civitatense, Cipriano Calvarro (fallecido en 2013), y otros dos sacerdotes de Salamanca (Jerónimo) y Madrid (Javier), pusieron rumbo a la Diócesis de Cajazeiras en Brasil.

En primer lugar, José González fue destinado al Seminario Menor, pero como él tenía vocación de cura de pueblo, pidió una parroquia, siendo nombrado Párroco de São Bento y Paulista. Tras estar en esos lugares 4 años, cayó enfermó, regresando a España para ser operado. Como la operación fue satisfactoria, su médico le permitió volver.

Estando en España, le pidió ayuda el Arzobispo de Teresina, Avelar Brandão Vilela, cambiándose a esa Archidiócesis en 1969. En ese momento, tomó las riendas de la Parroquia de União, donde estuvo quince años. Durante esa etapa, se decidió fundar en Teresina un Seminario Mayor, asumiendo el puesto de Rector, con la colaboración de numerosos seglares. La institución albergó hasta 120 seminaristas.

Durante esa época, José González llegó a impartir 12 horas de clase diarias: 4 en el citado Seminario, otras 4 en la Universidad Estadual (donde impartía Latín, principalmente), y otras 4 en la Universidad Federal, donde enseñaba Teología.

De los 12 años que estuvo como Rector del Seminario, los 7 primeros estuvo en solitario. Posteriormente, llegó otro sacerdote al que fue preparando para que asumiera el puesto. Cuando lo iba a dejar, fue nombrado Obispo Auxiliar de Teresina a finales de 1994.

En junio de 2001, El Vaticano decidió que José González volviera al mismo lugar donde había comenzado su estancia en Brasil, nombrándole Obispo de Cajazeiras y cerrando de esta forma una etapa de 32 años en el Estado de Piauí. Su regreso a Cajazeiras fue una vuelta a casa en todos los sentidos, ya que la mayoría de los sacerdotes de esa Diócesis se habían formado en el Seminario que él había estado dirigiendo, por lo que los conocía a todos.

Cajazeiras está celebrando su centenario

José González lleva 13 años como Obispo de Cajazeiras, una Diócesis de unos 600.000 habitantes (y 15.000 kilómetros cuadrados) que está celebrando en estos momentos su primer centenario. Los actos de celebración comenzaron el 6 de febrero de este año -justo en el momento en que se cumplieron 100 años de la creación de la Diócesis a través de una bula del Papa Pío X- y concluirán en junio de 2015, cuando se cumplirá el centenario de la llegada del primer Obispo.

La Diócesis de Cajazeiras está celebrando su centenario con diversos actos y eventos, en los que se están implicando las 6 zonas (lo que en España son los Arciprestazgos) de los que se compone. Como acciones destacadas, se están celebrando encuentros misioneros, en los cuales los misioneros van casa por casa hablando con los vecinos.

Según explicó José González, en los encuentros se está prestando especial atención a niños y jóvenes, "y están dando muchos frutos". Durante esa etapa de celebración del centenario diocesano también habrá tiempo para festejar el medio siglo como sacerdote de su Obispo.

"No nos llama la atención lo que está haciendo el Papa Francisco"

En su encuentro con los medios de comunicación, José González también tuvo tiempo para hablar de la realidad de Brasil, un país dividido en tres zonas: la de Río de Janeiro hacia abajo, "que es como Europa"; la zona del Amazonas ("el Brasil verde") y la zona del Nordeste, el Brasil "pobre y seco", donde está su Diócesis.

Desde su punto de vista, la Iglesia tiene la misma esencia en todos los lugares, pero sí destacó que en Brasil, y en toda Latinoamérica, hay una liturgia "más participativa y más abierta", incluyendo por ejemplo muchos cánticos durante la misa, que hacen que "se sepa cuándo empieza pero no cuando acaba". En su opinión, Europa "tiene que aprender de Latinoamérica a estar más cerca del pueblo".

En este sentido, apuntó que lo que está haciendo el Papa Francisco en la Iglesia Católica a nivel global no le sorprende: "está haciendo público lo que se hace en muchos sitios de Latinoamérica y Brasil: a nosotros no nos llama la atención".

El patrón FIFA a la hora del futuro

En su comparecencia ante los medios, también hubo unos minutos para hablar del gran evento que hace que Brasil esté en boca de todo el mundo estos días: el Mundial de Fútbol que arranca en la jornada del jueves, y que está provocando numerosas protestas.

Según explicó, el pueblo de Brasil está "muy entusiasmado" con la celebración del Mundial, pero estamos en "un momento social difícil", y la población no ha entendido que se hayan hecho tantos estadios nuevos y se haya disparado el presupuesto, faltando el dinero para la sanidad, la educación o el transporte.

Unido a que la gente vio "que se estaba gastando mucho en el Mundial", el pueblo acabó por reaccionar hace 2-3 meses. Al principio, las manifestaciones, convocadas de forma espontánea por las redes sociales, "eran pacíficas y todos las apoyábamos", pero se fueron radicalizando. Además, empezaron a ser organizadas por sindicatos, o por los sectores de transporte, entrando en juego que en otoño se celebrarán elecciones en Brasil.

Aunque en su paso por Sao Paulo de camino a Ciudad Rodrigo vio una pancarta que decía 'No habrá Mundial, habrá huelga', José González espera que en la apertura del evento en la jornada del jueves con el Brasil-Croacia, "el transporte funcione, porque sino será un caos".

Según explicó José González, en Brasil también hay un fuerte apoyo a la selección española, queriendo muchos que "gane Brasil y que España quede segunda". En torno a la selección, indicó que nuestra selección jugará uno de sus partidos en Fortaleza, cerca de donde él reside.

De cara a la etapa que se abrirá tras el Mundial, José González indicó que el pueblo brasileño está empezando a exigir el "patrón FIFA", es decir, que el mismo nivel que exige la FIFA para el Mundial se aplique también a la Educación o la Sanidad. Como aspecto positivo, cree que el Mundial traerá más turismo, aunque eso también generará riesgos, como el turismo sexual o la explotación de menores, por lo que se han creado unas unidades especiales dentro de las Diócesis.

Concluido el encuentro con los medios de comunicación, José González explicó su interesante vida a los miembros de la Delegación de Misiones de la Diócesis en un encuentro que tuvo lugar en el propio Palacio Episcopal. El Obispo de Cajazeiras permanecerá en Ciudad Rodrigo hasta el domingo, para participar en la clausura de la Asamblea Diocesana.