Las Redes Sociales, la Opinión Pública y la opinión publicada

El éxito enorme de las redes sociales ha provocado una grave crisis en la prensa tradicional periódica editada en papel. La inmediatez de internet y la aparición de medios de transmisión de noticias como Facebook y otros ha generado una multiplicidad de noticias que recorren el globo en unos minutos.

Internet junto con el sistema capitalista ha globalizado el mundo y ha comunicado a ciudadanos de diferentes partes del mundo.

La reflexión que se generaba en la prensa escrita en torno a asuntos de actualidad ha dado paso a una catarata de noticias sin contrastar donde lo verdadero, se une con lo falso y se mezcla con las medias verdades. Hay gente que piensa que todas las noticias que se difunden en internet son "verdad, verdadera" cuando lo que hay es una enorme red de datos que no garantizan su veracidad.

Al socaire de las redes sociales se intenta manipular, difundiendo noticias falsas, a la opinión pública que ya no tiene mecanismos de contraste como los periódicos de antaño, periódicos y periodistas que hacían profesión de veracidad en sus investigaciones y en sus análisis.

Hoy en día cualquier persona se cree con capacidad para escribir un blog o difundir un escrito donde se ataca, o calumnia a otras personas o lo que es más grave a instituciones del país, en aras de un supuesto derecho a la libertad de expresión. La libertad de expresión es la base de la democracia pero no incluye la capacidad de insultar o difundir mentiras contra otras personas u organizaciones, eso no es libertad de expresión. Como no es libertad de expresión homenajear a asesinos o a regímenes totalitarios y dictatoriales en las redes sociales o en la vida real.

Internet se está convirtiendo en "un patio de porteras" donde desde un anonimato impune sale la mala leche de muchas personas y las maldades y frustraciones de otras. Maldades que se difunden a la velocidad de la luz sin que nadie pueda contrarrestar esa ignominia.

Lo más grave, sin embargo, es la falsa idea de que las redes sociales representan a la opinión pública identificada por algunos como EL Pueblo, en mayúscula.

Por muchos millones de Me Gusta que se den en Facebook eso no da ninguna legitimidad democrática, ni expresa tampoco el parecer real de los ciudadanos.

La vida real es una cosa y Facebook es otra muy distinta, no confundamos el mundo virtual con el real.

Esta constatación sirve también para el análisis de nuestros problemas políticos, económicos o de otra índole , problemas que no se pueden resolver en una charla de café, ni tampoco en el Messenger. Pero muchas personas opinan que la chorrada de turno que es "trending topic" es la solución a sus problemas de la vida diaria y esto nos lleva a constatar el creciente analfabetismo de una parte de la población que no es capaz de tener espíritu crítico, pensar por sí mismos, sino que se ven arrastrados por la última Tonteria aparecida en Facebook o twiter.

En definitiva, la opinión pública es una cosa y la publicada en internet otra muy distinta.