Mujeres de Pablo Iglesias

Creo que ya era hora de que las mujeres y los jóvenes socialistas alzaran la voz ante el momento que les está tocando vivir. Hoy me gustaría hablar de tres mujeres progresistas que bien podrían optar a la secretaría del Partido Socialista de Pablo Iglesias o a las Primarias: Beatriz Talegón, Susana Díaz y Carme Chacón.

BEATRIZ TALEGÓN

El pasado viernes fui gustoso a ver y escuchar a Beatriz Talegón, líder de los jóvenes de la corriente del PSOE "Izquierda Socialista". Mujer que causó una grata impresión por su capacidad de respuesta sobre todos los temas que se le plantearon. No sería extraño que muchos jóvenes despierten en torno a Beatriz Talegón para alzarse a estratos de mayor significación dentro del partido. Ni siquiera le faltó autocrítica, y a pesar del rechazo manifiesto sobre la política oficial del PSOE, sin embargo aconseja la lucha desde dentro y apuesta por un incremento de la militancia.

Los valores por los que se postula Beatriz son los de no bailar más con el capitalismo. No seguir siendo comparsa con ese invento que se llamó la tercera vía. Y expuso una serie de falsas "bondades" en las que nos han envuelto, y es de agradecer en Beatriz que no rehuyera la crítica a los intocables, ya que, según ella, lo indeseable no es que Felipe González esté en las eléctricas, sino "para qué, si las actas de las reuniones no se ven por ninguna parte".

Beatriz lleva muy dentro el socialismo y se emocionó al hablar del PSOE de los orígenes, aquel partido que fundara Pablo Iglesias en el que las Casas del Pueblo estaban abiertas para, además de enseñar a los obreros, prestar ayuda a todo el que la necesitara.

Hasta aquí una mujer de la que se hablará mucho y seguro que tendrá su momento para dar ese salto de calidad que demandan los ciudadanos en un partido con tanta historia.

SUSANA DÍAZ

En medio del fracaso general ante la irrupción de grupos de izquierda que se han repartido el voto perdido por el Partido Socialista, indirectamente Susana Díaz ha sido la gran triunfadora de las elecciones europeas.

A las huestes de poder del PSOE no les ha faltado tiempo, una vez visto el merecido varapalo recibido en las urnas, para atrincherarse detrás del caballo ganador. ¿Por qué digo esto? Porque se puede hacer política de sillón, pero lo que no se puede es ser tonto.

A mí, que nunca se me encendió una luz para la política, sólo me bastó ver una vez a Susana Díaz para darme cuenta de que estábamos ante una líder consistente. Y si un individuo como yo tiene esa visión, qué no verán los que están cerca de Susana y llevan más de treinta años en la política

Hacer la renovación sin estar en ella Susana Díaz es dar un paseo por el itinerario confundido para después volver al mismo punto de partida. Tiene carisma, atesora sencillez, se le entiende todo lo que dice, no es mujer de altibajos, no pierde los papeles? seguiríamos, pero una cosa me queda por saber y esto solo se verá en la práctica: ¿Habrá una Susana antes y otra después una vez cruzada la frontera de la secretaría general? Eso no nos lo resuelven ni aunque fuéramos a "De buena ley". Susana tiene que saber que no es más fuerte porque le refrenden nueve barones, sino por los votos de las bases y los simpatizantes.

CARME CHACÓN

El relieve de su currículum es la experiencia. A Chacón la hemos visto hacer la mili como ministra de una manera embarazosa, pero plausible: rompiendo barreras de género. Y presumo que quizá tenga más amigos en el partido que partidarios de su ascenso. Pero la experiencia, que ya hemos dicho es su mayor capital, quizá sea también su peor enemigo. Hoy no cotiza haber estado sentada en los consejos de ministros de la crisis y hay que tener en cuenta que el otro Pablo Iglesias, sin pasado, va a sacar rédito de todo lo que pueda.

Pero mi consejo es que siga adelante. No todas/todos pueden llegar a secretario general, pero no son muchos los que pasan a refrendo su vida política y ese es un capital que puede ofrecerle tantas parcelas como lecturas tengan los resultados.

Carme Chacón parece una mujer transparente y si la dureza necesaria en política no salta a su rostro, quizá sea porque ello ya no es el ideal. Nos enfrentamos a un tiempo nuevo en el que la razón y los sentimientos tienen que balancearse al cincuenta por ciento, y necesitamos más que nunca feminizar la política.

Su persuasión y la seriedad que mostraría en los debates sería un lujo que no debería dejarle fuera de las campañas.

Ilustración: "Historia del Socialismo Español". Separata en Prensa 1982.