Pequeños

Estamos a unos días de las Elecciones Europeas y las maquinarias políticas se encuentran a pleno rendimiento. Los grandes buques surcan los mares nacionales a velocidad de crucero, sin mirar a los lados, con toda su prepotencia, fuerza y poderío; mientras, los pequeños "perritos sin alma", remamos con esfuerzo, ánimo, ilusión y, sobre todo, con la confianza puesta en los ciudadanos, pero todos mirando ese domingo 25 en el que, definitivamente y, como decía la canción, "habla, pueblo habla".

A pesar de las mentiras, de los engaños, de las traiciones a las que nos han sometido, tanto PP como PSOE, muchos ciudadanos volverán a votar a uno u otro, descontentos con su discurso, pero les darán su flor para que no gane el adversario, gracias a la propaganda que ellos hacen del discurso del miedo. Otros muchos, descontentos con estos partidos y argumentando que su voto no vale para nada, no acudirán a las urnas y concederán el voto a aquel que más votos obtenga, pues les da igual ganar con el 30% del 50% que del 40%, pues lo que les importa es ganar.

Tras esa votación, volverán los cafés de indignación, las cañas de disgusto, el cabreo entre los amigos y la desazón del día a día, ya que seguirá la mentira, seguirá la farsa, se volverá a la prepotencia, la altanería, la falta de dignidad de los políticos que ahora se critica, pues aquellos que te lisonjeaban, te adulaban, te querían, una vez metido el voto, ya no te necesitan, no te quieren, no te respetan, no eres nada, ni nadie para ellos ? un simple voto en un día, ni siquiera tienes nombre.

Es verdad que los pequeños no sabes cómo te saldrán, si no harán igual que quienes llevan teniendo esa actitud durante años, pero ellos sí te necesitan, ellos intentan demostrar que las cosas se pueden hacer de otra forma, que los ciudadanos importamos, que la democracia se desarrolla internamente, que las ideas, los valores, los principios son más importantes que el poder y que lo único que tienes que hacer es votarles y exigirles que cumplan lo prometido, pues a ellos les conoces, ellos son tan pequeños como tú, a ellos se lo puedes exigir y, al menos en VOX, en lo que de mi dependa, espero no sólo cumplir lo prometido, en lo que empeño mi nombre y mi persona.

Es importante que los pequeños demos un paso adelante arriesgando nuestro nombre, nuestro prestigio, sin esperar nada a cambio, sin ganar nada más que dolores de cabeza, y con la idea firme de cumplir lo prometido. Sólo por eso, los ciudadanos, deberían de tenernos en cuenta y permitirnos demostrar que efectivamente somos capaces de hacer lo que decimos.

Cierto es que con ello estoy pidiendo el voto para VOX, organización de la que soy su Coordinador Provincial; pero, también te estoy pidiendo que votes, que lo hagas por cualquiera, que los hagas por los pequeños o por los grandes, pero que no dejes de decir lo que piensas y que concedas a los pequeños (nosotros u otros) la posibilidad de cambiar el rumbo de una política repleta de ponzoña por el modo de navegar de los dos grandes trasatlánticos.