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Raymond Queneau en bicicleta
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Raymond Queneau en bicicleta

Actualizado 09/05/2014
Luis Miguel Santos Unamuno

Me van a permitir que tome prestada la imaginación del surrealista francés para, imitando por no decir plagiando algunos de sus noventainueve Ejercicios de estilo, abordar un tema impopular sobre el que no será fácil ponerse de acuerdo. Espero que no se vea como una falta de respeto sino como un homenaje.

Notaciones

En calle Toro. Hora de compras. Un tipo de unos veintitantos años, ropa informal, auriculares. Sortea gente montado en bici. Un hombre mayor le reprocha que molesta a viandantes. El tipo contesta con gesto obsceno y sigue su camino.

Dos horas más tarde lo encuentro en acera estrecha. Una mujer sale tranquilamente de su casa. La embiste con la bicicleta y la envía al suelo. Los paquetes que lleva caen con ella.

Retrógado

Los paquetes vuelan y tocan el suelo casi antes que la mujer que los portaba. Acababa de ser embestida al salir de su casa por un inesperado ciclista que circulaba por la acera. Antes ya ese mismo joven, se había alejado con un gesto adusto de otra situación engorrosa al serle afeada su conducta culebreadora entre viandantes de una calle peatonal atestada a mediodía por un ciudadano que se percató también de que en sus orejas portaba auriculares que le alejarían aún más de todo. Fue en la calle Toro de una ciudad con celebrada Plaza. A mediodía.

Punto de vista subjetivo

Me sentía bastante satisfecho hoy, acababa de cerrar un buen trato y me dirigía a comprar un regalo a mi mujer en una de sus tiendas preferidas. Menudo susto me dio un imberbe que circulaba en bici entre la gente oyendo su música y poniéndonos en peligro a todos. Por poco me lleva por delante y desde luego me molestó enormemente. Le llamo la atención con un gesto y me contesta irritado que me meta mi gesto donde me quepa. No me extrañaría nada que en cualquier momento acabe atropellando a una viejecita que salga de casa con sus paquetes.

Otro punto de vista subjetivo

Me crucé hoy por la calle uno de esos tíos pesados que creen que la ciudad es suya y que lamentablemente tanto abundan. Algún día le parto la crisma a uno. Se permitió el lujo de insultarme y casi me hizo caer de la bici en la que circulaba feliz con los Estopa a todo trapo. Tuve que mandarlo a la mierda. Igual que a una tía loca que salió sin mirar de su portal y por la que casi me mato con sus paquetes.

Relato

Una mañana a mediodía paseando por la comercial y concurrida calle Toro observé a un joven montado en una bicicleta zigzagueando entre los peatones. En las orejas llevaba unos auriculares. Un hombre le recriminó su imprudencia y el ciclista se giró con un gesto amenazante de su mano mientas se alejaba por los arcos de la Plaza.

Un par de horas más tarde volví a verlo circulando a toda velocidad por una acera. Una mujer mayor salió de un portal. Incapaz de evitarla la atropelló lanzándola al suelo y haciendo caer los paquetes que llevaba.

Imperfecto

Era mediodía. La calle bullía en mañana de compras. Entre los ciudadanos culebrea una bici conducida sin cuidado por alguien que escuchaba música. Era peligroso y un hombre le afeaba su conducta. El imprudente ciclista se alejaba luego entre gestos de enfado también.

Lo veía luego y una mujer salía de su portal con unos paquetes que llevaba. El mismo ciclista la embestía y la arrojaba al suelo.

Telegráfico

PASEANTE CALLE ABARROTADA MEDIODÍA STOP JOVEN CICLISTA TRANSITA ENTRE PEATONES STOP CASCOS PARA MÚSICA EN SU CABEZA STOP PEATÓN RIÑE ENFADADO STOP CICLISTA RECHAZA REPROCHE STOP CATORCE HORAS MUJER RECIBE GOLPE AL SALIR CASA STOP PAQUETES VOLANDO.

Síncopas (Syncopes) lo llama Queneau. Hoy día whasapp.

X la klle Toro sta mñna atstda. Un tio n bici y otro tio q le riñe. El d l bici l manda a mierda. no t lo vas a creer pro luego le veo q pilla mujer x acera. kdams? XXOO

Pasota

O sea que te cagas tío, que ayer que se me pegó el sobre y llegaba tarde al curro que no te creerás que veo a un colega pasando con la bici entre el personal en toa la calle llena de pibas comprando, con un par el tío, oyendo música con cascos, y va un pringao y le levanta la mano to mosqueao y va el nota y lo manda a cagar y sigue a toda leche por la Plaza. Y no te creerás que después lo veo al mismo menda a carajo sacao por la acera, que no veas qué punto, hasta que le atizó a una vieja, qué fuerte, y tos los paquetes volando por los aires, tío. Un pasote, tío.

Ampuloso

A la hora del Señor en que el astro rey con terrible fuerza nos sometía con sus rayos para mostrar su poder transitaban mis fatigados huesos por la que en tiempo, se dice, fue el camino de la cercana villa de Toro o, atendiendo a leyendas apócrifas, era evacuado el bravo animal del mismo nombre tras mostrar su pujanza en la cercana lidia sucedida en la bella Plaza. Bullía la vida de la ciudad en esa calle donde los artesanos presentan su saber y sus productos. En un momento acierto a atisbar a un casi mitológico animal que el gran Borges catalogara entre sus seres imaginarios quizá como el Hydebeind, el que llega siempre oculto por detrás, sobre el que un auriga en trance llevado por los sonidos tal vez de un lieder schubertiano recorre tortuoso camino serpenteando entre la pequeñez de los viandantes, obstáculos de su libertad. Oh! Téngase usted y absténgase de importunar nuestro merecido ocio, parece increparle con encendida decisión un noble ejemplar de Sir Galahad defendiendo a sus damas. No se detiene el postillón embargado en su sentimiento de que en ese fiero invento de la técnica llamado carril-bici siéntese en realidad enjaulado. Henchido de libertad escupe su veneno sobre el probo ciudadano mientras enfila las hermosas arcadas de la simpar ágora.

Más tarde aún dentro del mismo día que por ventura no fuera un Bloomsday al menos observo aún de lejos al mismo ingenio velocípedo que no ciclópeo que cual caballo veloz embiste ciegamente a una quizá reina que igualmente ciega abandona inocentemente el que ella imaginaría seguro cobijo de su portal. Una bella rosa formaron los suntuosos objetos que llevaría envueltos para regalar al realizar movimientos cinéticos en el aire empujados por la virulencia del desafortunado encuentro.

Anglicismos (Spanglish)

Una mornin que gualkeaba luké a un men que bikeaba en la strit full de guomen chopiando, brother, y otro men que se agrió le dijo no ande disturbando, plis, y el men de la bike lo fuckeó. Tu ouers leiter lo lukeé aguein choking a una guoman con pakcs.

No quiero ser agorero pero creo que al final caerá por su propio peso. Con el buen tiempo proliferarán las bicicletas para el verano y pronto abundarán las noticias de pequeños o no tan pequeños accidentes en las ciudades.

Si no les gusta al menos que este remedo sirva para incitarles a buscar y disfrutar los auténticos Ejercicios de estilo de Queneau. Se encuentran fácilmente en las librerías.

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