Una jornada en el Museo del Prado

El pasado sábado, 26 de abril, el Museo Nacional del Prado acogía a un numerosísimo grupo de profesores para la celebración del III Encuentro entre el profesorado. Cada dos años, desde 2010, se vienen celebrando estos encuentros que tienen como protagonistas a los profesionales de la educación en activo - tanto de enseñanza primaria, secundaria como de bachillerato- con la finalidad de dar a conocer los trabajos que se realizan con el alumnado, siempre teniendo como punto de partida las colecciones del Museo del Prado. El objetivo principal es difundir la labor educativa de los docentes, sus recursos, planteamientos, objetivos, metodología y contenidos en torno a las ricas colecciones del museo.

Organizado por el área de Educación del Museo del Prado, el encuentro de este año ha resultado especialmente enriquecedor por la cantidad de disciplinas que estaban representadas con profesores de todas las comunidades de España y de todos los niveles educativos. Curiosamente, ha aumentado el número de participantes de primaria y sobre todo de educación infantil, con docentes ya preocupados por ir transmitiendo el gusto por el Arte desde edades tempranas.

En las primeras ediciones, las ponencias tenían como protagonistas indiscutibles el estudio de la Historia y el Arte. Parece lo más lógico, sin ir más lejos yo no concibo una clase de Historia de España de 2º de Bachillerato sin recurrir a las obras de los pintores de corte que han inmortalizado a los Austrias y los Borbones, traduciendo en imágenes la iconografía del poder imperante en la época. Estas representaciones ayudan tremendamente a comprender qué es una monarquía autoritaria o por qué hablamos de monarquía absolutista y cómo se concibe en cada época la teoría política que sustenta la monarquía y la iconografía de poder que se quiere transmitir a los súbditos. O cuáles eran los personajes más importantes dentro de la Corte, por ejemplo. ¡Cómo no estudiar el siglo XVIII español con las magníficas imágenes que de la corte de Carlos III nos brinda Luis Paret y Alcázar o el salmantino Antonio Carnicero, hijo del escultor Alejandro Carnicero, que en la Ascensión de un globo montgolfier en Aranjuez, de 1784, nos deja una pieza de gran valor documental y encanto popular! No digamos si la asignatura a impartir es Historia del Arte, ahí las posibilidades se triplican.

Pero poco a poco, otras disciplinas se van acercando a los cuadros y piezas que atesora el museo. Y así, en la presente edición se han incorporado materias como la Literatura y la Música. Desde el Conservatorio Profesional de Música Victoria de los Ángeles de Madrid, Marta Torres del Rincón presentó una propuesta para estudiar la música española para piano partiendo de los cartones para tapices y cuadros de Francisco de Goya. El nacionalismo musical español de Turina, Albéniz, Granados o las danzas de Manuel de Falla se inspiran en las creaciones del maestro aragonés y sus tonalidades musicales acompañan a la perfección a las creaciones concebidas por el genial artista.

Particularmente hermosa fue la propuesta de Rosario Cecilia García del IES Rey Fernando VI de Madrid titulada: "Del jardín prohibido al huerto del amor y la muerte: El Bosco y la Celestina". A través de su estudio, resultaba fascinante comprobar como los cuadros del Bosco: El carro del Heno, La extracción de la piedra de la locura, Mesa de los Pecados Capitales o el espectacular tríptico El Jardín de las Delicias se acomodan perfectamente al planteamiento, nudo y desenlace de la Celestina. Los jardines, los espacios para el amor loco o el fatídico final que se explica en el infierno revelado por El Bosco parecen desvelar el particular universo concebido en la Celestina. Temas como el Bien y el Mal, la misoginia, el ideal de belleza femenino que busca Calisto, la fugacidad de los placeres y lo efímero de los bienes terrenales, el anticlericalismo ? con el reflejo de todos los vicios del clero personificados por doquier en una catarata de imágenes a cual más extraña y sugestiva-, la sociedad y el pecado, los privilegiados y no privilegiados están presentes en las creaciones del Bosco y en el relato de Fernando de Rojas. Así, El Carro del Heno no es más que una fina observación del hombre y del ambiente en que se desenvuelve la sociedad española bajomedieval. El engaño y la mentira plasmados en la representación burlesca de La extracción de la piedra de la locura dan la réplica a los engaños de la vieja Celestina. O esa ronda del deseo que forma la Mesa de los Pecados Capitales a través de visiones concretas de la vida diaria de los Países Bajos, observadas y plasmadas con hondo sentido crítico, imaginadas por el artista para destacar los defectos de la naturaleza y la corrupción moral del ser humano parece concebida para explicar los pecados de lujuria, avaricia, ira, envidia, gula, soberbia o pereza que corroen el alma de los protagonistas de la Celestina. Esas torres que semejan la virtud de Melibea frente a las escaleras cargadas de simbología sexual por las que podemos imaginar el ascenso de Calisto en pos de su dulce amada.

Otra de las propuestas más llamativas ha sido la de un paseo científico por el Prado de la mano de Carlos Madrid Casado del IES Diego Velázquez de Madrid. Partiendo de las Matemáticas hizo un recorrido por las artes serviles y las artes liberales presentes ambas ya en la famosa Fragua de Vulcano de Velázquez para transitar por aquellas obras que ofrecían imágenes de médicos, cirujanos, relojeros, alquimistas, químicos, matemáticos así como todo tipo de objetos tecnológicos: lentes, esferas armiliares, compases, brújulas, astrolabios, cartas de marear, la bara de Jacob, relojes, telescopios y todo tipo de curiosidades para medir el tiempo. Lo mismo que la propuesta de Sonia Pérez Ollero, del IES Aldebarán de Toledo que sugirió una nueva interpretación para el Columpio de Goya visto como un péndulo y una posibilidad para estudiar las distintas variables y períodos de las leyes de la Física.

En definitiva fue una jornada plagada de ideas, de nuevos recursos, de nuevas aproximaciones a nuestras asignaturas con la que maravillarnos nosotros mismos y poder sorprender y atrapar a nuestros alumnos.

Desde hace un tiempo, el departamento de Educación del Prado, siguiendo la estela de los grandes museos norteamericanos y británicos, ha apostado fuertemente por el mundo de la Educación y en especial por acercarse al profesorado ofreciéndonos cursos, visitas guiadas, exposiciones didácticas o la posibilidad de interactuar a través de las redes sociales, así como la digitalización de sus colecciones y el volcado de sus datos que nos permite el estudio en profundidad de sus fondos. O esa nueva aplicación denominada "Second Canvas" que con sus gigapixeles ofrece un sinfín de posibilidades para usarla como una herramienta en el aula y asombrar a nuestros estudiantes, que no pueden imaginar la técnica tan soberbia de los grandes artistas.

Intentando diluir las fronteras entre la institución y el visitante, el Museo del Prado ofrece un amplio abanico de posibilidades para los docentes entendiendo que nosotros, cada uno desde nuestra aula, podamos favorecer esa sinergia que se produce cuando los alumnos tienen contacto directo con la obra de Arte, fomentando el gusto y el respeto por el patrimonio, alimento el gusto y el respeto por el coleccionismo en un futuro, quién sabe?