De duelos y despedidas

Debo confesar y confieso que ha sido, está siendo esta una primavera intensa y para algunos (me incluyo) definitivamente insoportable. Al calor propio de verano que nos ha acompañado, las procesiones, todas, porque este año han salido todas, y mira que hay cristos y vírgenes en este país de nuestras desdichas; a los tambores de sonido ensordecedor, las terrazas abarrotadas de gente, los turistas de aquí y de allá? vamos que no hay quien lo aguante. En tiempos así una piensa porque no se hizo monja de clausura y se dedicó al rezo y la repostería, pero me temo que es tarde y anda una ya muy maleada para recomponerse y empezar de nuevo. Para colmo de males hemos seguido con los ritos funerarios qué anda que no nos ponen? No habíamos acabado de decirle a Suarez las misas correspondientes y los halagos por activa y por pasiva y va García Márquez y se marcha como si se tratara de una de sus novelas, el jueves santo. Es fácil imaginar la procesión, el silencio o los tambores, lo que prefieran y la noticia corriendo de boca en boca: "se murió el Gabo"; pero no hubo nubes, ni viento huracanado, hojarasca, ni signos que delataran la mala nueva?Y es que nuestro Nobel favorito tenía ya 87 años, una vida vivida y contada y cansancio en los huesos como para abandonar. Lo sabíamos todos, si no ya me dirán como los periódicos a pesar de los avances tecnológicos, tenían preparados los textos de tal o cual escritor, periodista o lo que fuera, eso si todos amiguísimos de Gabo, hay que poner siempre Gabo, para que se note la confianza. Ángeles Mastretta lo confesó en una emisora de radio, ahora voy a escribir lo que me han pedido, me lo pidieron hace unas semanas pero me negué? Pues eso que los ritos funerarios nos ponen las pilas y sacamos todo el arsenal de condolencias, recuerdos, páginas y páginas de halagos y manifiestos de todo tipo. Da igual que se haya muerto Suarez, que García Márquez, que Jesús después de la pasión. Por qué digo yo, de dónde salen tantos devotos de tal o cual cofradía, de tal o cual cristo- que se emocionan, lloran, suben el paso, lo bajan, lo bailan, con el consiguiente peligro, ya ven este año, como nos pilló desentrenados, en semana santa siempre llueve, empezó por fallar la rampa de la borriquilla en nuestra ciudad, la Virgen de los Dolores casi le rompe la crisma a un cofrade en un pueblo de Alicante, una automovilista atropelló a la banda en otra procesión en un pueblo de Córdoba, y una bombona explotó en un bar de Jerez con la estampida correspondiente que fue a darse de bruces con la procesión que pasaba en ese momento y se pudo liar? Y no ha pasado nada, signo inequívoco de que los santos nos protegen- pero a lo que iba ¿de dónde sale tanto devoto? Si somos un país laico y mientras un ministro se dedica a condecorar vírgenes, una asociación laica se dedica a querellarse por la medalla y lo que es más curioso, dado cómo está la justicia, admiten la querella? Y lo mismo han coincidido todos en la procesión, unos vestidos de romanos, otras con peineta y otros haciendo de costaleros? Que si nos guiamos por las procesiones, España seguirá siendo la reserva moral de occidente a pesar de Gallardón, hasta la noche de los tiempos. Así que yo y dado que lo que más me afecta en primavera son las flores y como no puedo con tanto duelo y tanto obituario he decidido tomarme un descanso, releer a García Márquez, y así ustedes me pierden de vista y cuando volvamos a encontrarnos, nos saludaremos más felices. Gracias y hasta pronto