Y llegan las europeas

Y como si no estuviera pasando nada y como si ellos no fueran responsables y como si no supiéramos de sus intenciones, vendrán a pedirnos el voto.

Con una sospechosa tardanza, parece que no termina de comenzar la oscura campaña electoral que nos permitirá conocer las bondades y buenas intenciones reflejadas en los programas electorales, de quienes tienen la intención de gobernarnos desde Europa los próximos cinco años.

Desde 28 países, se elegirán 751 representantes parlamentarios, en proporción a los habitantes de cada país y que representarán a cerca de 500 millones de personas.

Un parlamento Europeo, un Consejo de la Unión Europea y una Comisión europea, son las tres instituciones que legislaran a través de normativas, directivas y circulares los designios económicos, sociales y en algún caso políticos de "nuestra Europa".

Esa Europa que nos ha pedido tantos esfuerzos estos últimos cinco años, esa Europa que nos ha condicionado y ha condicionado a los gobiernos de cada país que la compone, esa Europa que pide responsabilidades a la ciudadanía por los desmanes, desaciertos, errores y fracasos de las políticas de cada gobierno de turno dentro de cada una de las fronteras.

Esa Europa que nos globaliza, que nos asfixia económica y socialmente, esa Europa que nos dirige con la justificación de las exigencias de los mercados, oscuros, abstractos, impersonales, desconocidos, imperialistas y prepotentes.

Ahora vienen a por nuestro voto, ahora nos volverán a contar más milongas sobre la recuperación económica, sobre los beneficios de los recortes necesarios, sobre las necesidades en insistir en la austeridad que los gobernantes no practican pero que al resto nos imponen.

Ahora volverán a reclamar confianza y se les llenará la boca hablando de democracia, de pluralidad, de igualdad entre los países, de que debemos ser más Europa, del bien común y global, del equilibrio, de la solidaridad entre los países, de la competitividad con Asia y América.

Y seguiremos sin tener una legislación financiera y fiscal europeas, que son las que realmente necesitamos para los impuestos sea proporcionales a los beneficios, pagando más el que más tiene y más gana, para que desaparezcan los escondites y paraísos fiscales.

Y cuidado con los partidos políticos de discursos populistas, cuidado con los líderes que nos van a decir lo que queremos escuchar para conseguir llegar al poder y hacer después lo contrario de lo que prometieron, siempre hay y habrá una excusa para no garantizar las ayudas sociales, para no proteger a los más necesitados, para seguir saqueando la sanidad y la educación.

Que lejano nos queda este gobierno europeo, que alejados y ajenos viven estos gobernantes de la realidad de la ciudadanía.