25 ddS: Vacuna contra la obesidad

Esta semana saltaba la noticia en varios medios de ámbito nacional de que se estaba investigando la posibilidad de desarrollar una vacuna contra la obesidad. El titular surge de una entrevista a Richard Flavell, biólogo molecular de prestigio internacional que ha pasado estos días por España para dar una serie de conferencias. La lectura de la noticia resulta bastante decepcionante como, por otra parte, era de esperar. El equipo dirigido por el Dr. Flavell investiga la relación entre la flora intestinal y la obesidad. Hace relativamente pocos años que se empezó a estudiar las diferencias en la flora bacteriana entre personas obesas y no obesas y en la actualidad ya hay evidencias científicas sólidas de que las poblaciones de bacterias que habitan el intestino de las personas obesas presentan ciertas diferencias comparadas con las que presentan las personas no obesas; resumiendo, unos tienden a presentar unos tipos de bacterias y otros otras. Esto en sí mismo es un gran hallazgo pero no es más que el primer paso en un larguísimo camino investigador que acaba de comenzar. El cómo somos y cómo funcionamos no está completo si no incluimos cómo son y cómo funcionan las bacterias en cuestión. Y de este estudio empiezan a surgir datos que informan de diferencias en el genoma de las bacterias en obesos pero, y esto es a lo que voy, estamos en fases muy iniciales de la investigación. Hablar de vacuna contra la obesidad queda bien como titular pero a día de hoy es cómo teorizar sobre cómo será la vida en Marte. Y no pasaría de la simple anécdota si no fuese porque estamos hablando de uno de los principales problemas sanitarios actuales y que requiere un gran trabajo no sólo de investigación sobre futuras soluciones sino de profundizar en las soluciones de que disponemos hoy, las que nos aportan el conocimiento científico y nutricional actual. Y una de las herramientas que resulta más efectiva es la educación nutricional y la concienciación de que los genes predisponen pero nosotros disponemos.

Lo que no me gusta del titular es esa idea de predisposición genética a la obesidad contra la que hay que luchar con una vacuna. No sé si llegará ese día, pero lo que debemos trasmitir no es la idea de determinismo genético sino el concepto de posible predisposición contra el que se puede actuar, es decir, debemos trasmitir la idea de que a pesar de los genes, seguimos siendo responsables de nuestra salud en lo que a obesidad se refiere. Creo que sólo así podremos actuar con las herramientas con que cuenta la ciencia hoy, que son muchas y eficaces, y no caer en que "soy así, qué le voy a hacer". Actúa sobre cómo eres, hay mucho que hacer.