Crisis moral

Es repugnante ver como en este país hay tanto ignorante malvado que gusta de difundir calumnias y tanto tonto de baba que se las cree solo por puro morbo.

Ahora con la muerte de Suárez, algunos periodistas y politicuchos que no tienen ni saben nada mejor que hacer, postmenopausicas gagás, comunistas indocumentados, etc? se ponen a lanzar infundios diciendo que el 23F no fue un golpe de estado sino un autogolpe de estado.

Que asco me da a veces mi país en el que se han perdido los valores más profundos, donde da igual desestabilizar la convivencia a costa de ganar cuatro duros o cuatro votos vendiendo mentiras.

Y por otro lado me duele ver cómo somos de manejables, que nos creamos todo lo que nos dicen sin contrastar nada, da igual si nos lo dicen de uno u otro lado, si lo que nos dicen hoy es contradictorio con lo que nos habían dicho y nosotros defendíamos ayer, da igual, si es alarmista y da morbo, pues hala, ya tenemos otro excremento más para comentar tomando café o para tener algo más de que protestar sin saber ni cómo ni por ni de qué. Manejamos las noticias serias y de trascendencia igual que hablamos las aventuras de los hijos de las tonadilleras, de tanto tertuliano que no saben ni hablar, de tanto político que parece salido de la prensa rosa que ya no es ni rosa sino color amarillo mierda (con perdón).

Me siento indignado (creo que se nota por el tono, y pido disculpas) pero es que es tan triste ver que nuestra España se haya convertido en una democracia analfabeta y donde todo vale?

Todos decimos que vamos a tardar mucho aún de recuperarnos de la crisis económica que nos ha azotado, pero pienso que la crisis moral y la crisis cultural y de valores ha sido y es mucho mayor, aún más grave, más larga de curar y de peores consecuencias.

Puedo perdonar a los que por su mísera condición humana se enriquecieron a costa del dinero de todos los españoles, pero nunca les perdonaré a ellos y a otros que sembraran o que les permitieran sembrar a través de periódicos amarillistas, de fabricas de televisión y de tantos circos de monstruos maléficos, la devastación cultural y moral que nos ha destruido y nosotros hemos permitido.