Estoy francamente preocupada, pero muy, muy preocupada, ¿Qué pasa con los jueces? Que vamos a acabar con ellos a fuerza de hacerlos trabajar, que no puede ser bueno que se dediquen a tantas cosas a la vez y tan dispares. Desde que me enteré que el mismo juez que lleva tropecientos años instruyendo o lo que sea que haga el caso Gürtel, es el mismo que va a llevar el caso Neymar, y los chanchullos de su fichaje, si esos que han provocado la dimisión de Sandro Rosell, (El ex presidente del Barça). Han visto que dominio de temas?. Y la jueza Alaya, la que arrastra la maletita que lleva lo de los ERES de Andalucía, es la encargada de aclarar no sé que líos del Betis, estoy en un sin vivir. ¿Pero como es posible que andemos tan escasos de jueces?.Ustedes entienden algo? . El juez Ruz que es el de la Gürtel, que debe andar ya por algún millón de folios, que digo yo, que quien se los leerá, de donde va a sacar tiempo para desentrañar si en el fichaje del futbolista estrella del Barça ha habido fraude, engaño, o lo que sea. Y lo mismo vale para la jueza Alaya que lleva ni se sabe los años con lo de los ERES y cinco, dicen los periodistas deportivos sin decidir si el Betis es de unos o de otros o de nadie. Y es a que a una le fascina el periodismo deportivo que quieren que les diga, yo por no saber, no sé lo que es un fuera de juego y no se molesten en explicármelo que no voy a entenderlo, pero todo el murmullo y el cotilleo que arrastran tras de si los clubs de futbol me fascinan. Esa gloria por momentos efímera, ese fracaso estrepitoso, ese yo dije, tú dijiste, las lágrimas, los ojos al cielo, los dedos cual chupetes por el hijo que viene o va a venir, esos periodistas que si se dedicaran a la información política declararían la guerra noche si noche no, me divierten enormemente y claro escucharlos ahora debatir si los jueces deben cerrar antes el caso del Betis que el de los ERES y lo del Barça o la Gürtel es como para pensar que definitivamente nos hemos vuelto locos. Pero es que además parece que la jueza Alaya se va a "casar" o repetir evento porque no tuvo la celebración que quería hace treinta años y claro esto también provocará un retraso, además del stress.
Por otro lado está el juez Elpidio Silva, que dice que no descarta dedicarse a la política, aunque le piden cuarenta años de inhabilitación por no sé que cosas, no puedo enterarme de todo, y el juez Pedraz que pasea su melena al viento mientras lo enfocan las cámaras y el juez Castro que sube y baja a paso ligero la cuesta de los juzgados de Palma que conocemos todos mejor que el pasillo de casa, en fin un trasiego de jueces que no acaban de resolver nada. Y no dudo que sea difícil, muy difícil lo que se traen entre manos y que no les dé enormes quebraderos de cabeza, pero por dios que alguien les ayude, que se cree aunque sea una ONG para auxiliar a los jueces?que cierren algún sumario, que alguien se siente en el banquillo, que alguien sea responsable de algo, o que al menos decidan de quién es el Betis, que es un equipo que a la gente le gusta y además uno de sus entrenadores, que ahora anda por la liga inglesa, se dedicaba a la literatura con cierto éxito. Ya digo sin vivir, pones la televisión y te encuentras con un juez opinando de sabe dios qué y te preguntas pero este señor no debería ser más discreto, a otro le ponen la cámara, el micro y sonríe y se atusa el pelo ?y una tiene la impresión de que piensen, mañana otra vez portada de ABC, El País, El Mundo o el periódico que corresponda. No me parece serio este lío de jueces, casi estrellas mediáticas, a los que conocemos como a los miembros de nuestra familia y a los que poco a poco vamos respetando cada vez menos. No sé quién empezó esto, pero si creo que los jueces deberían ser un poco más serios y darnos la confianza de que al menos en una sociedad que parece abocada a la desintegración total, ellos se mantendrán imperturbables y que alguien ponga plazo para cerrar un sumario de vez en cuando, que si, que sé que es muy difícil, pero? hablamos de justicia y una justicia sin plazos, sin límites en la que todo acaba por prescribir no es justicia.