Las promesas del presidente Herrera

Asegura el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que no se cerrarán, ni reducirán horarios de los centros de salud y consultorios rurales en la reorganización sanitaria que proyecta el Gobierno autonómico, ésa en la que desde el minuto uno no ha hecho más que levantar ampollas aunque los políticos 'populares', en su mayoría, hayan preferido reservar sus críticas que, a buen seguro existen, hasta ver cómo se va capeando el temporal.

A nadie se le escapa que el personal sanitario que prestar sus servicios en el ámbito rural tiene menos tarjetas asignadas que el que lo hace en el ámbito urbano o en las zonas próximas a las ciudades, pero también es cierto que las condiciones en las que trabajan unos y otros es bien distinta.

La cuestión está en que todo se traduce a números especialmente en los últimos tiempos, una estrategia que el consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, maneja con una facilidad asombrosa. Y si no a qué viene darle bombo y platillo a que "hay médicos que no tienen suficiente carga de trabajo" y para ello se va los extremos: 54 tarjetas asignadas a un facultativo rural en Soria, mientras que otro en Salamanca capital tiene 2.199 tarjetas. ¿Y??

Habrá que ver, por ejemplo, qué tipo de pacientes reciben atención en uno y en otro centro de salud o consultorio, qué tipo de enfermedades, cuál es la distancia hacia el hospital más próximo y un sinfín de condicionantes que se deberían tener en cuenta en una comunidad tan envejecida como Castilla y León y con una población tan dispersa.

Pero todos tranquilos. Lo ha dicho el presidente. La Junta está realizando un "enorme esfuerzo" en Atención Primaria hasta el punto de ser la primera comunidad en recursos humanos y esfuerzos dedicados a este tipo de atención. ¡Estaría bueno que no lo fuera siendo como es la región con más provincias y municipios de España!