Derecho a decidir versus autonomía responsable

Ha comenzado el año y este derecho democrático o principio ético de autonomía personal denominado actualmente y en nuestra coyuntura social como Derecho a Decidir (DAD) se va a escuchar en los discursos de confusión y falacias que utilizan con excesiva frecuencia muchos irresponsables y, como consecuencia, va a dar lugar a muchas conversaciones, tertulias y discusiones.

En relación con la Salud o mejor dicho en el ámbito del binomio Salud-Enfermedad, hay que decidir entre aumentar las posibilidades de padecer una de las múltiples enfermedades o disminuir la probabilidad de enfermar y buscar la Salud mediante un Estilo de Vida Saludable. Cada persona tiene el DAD entre llevar un comportamiento saludable o un comportamiento nocivo que conlleva tarde o temprano, según las evidencias científicas, a la enfermedad, al accidente o a la muerte prematura.

Naturalmente se tiene el DAD; pero siempre y cuando se puedan tomar decisiones responsables y consecuentes y éstas no causen daño a otras personas, a los más próximos o a sus conciudadanos. Es decir, uno puede decidir tener un hábito tóxico, como consumir excesivo alcohol y/o drogas; pero hay que tener presente que esa conducta puede perjudicar a otros, por ejemplo provocando accidentes de tráfico a otras personas inocentes. Esto supone daño y es una irresponsabilidad y por lo que debe ser controlado y evitado por uno mismo y/o por las Instituciones y Administraciones.

Tenemos DAD sobre nuestra Vida y en concreto sobre nuestra forma de responder a los problemas mediante nuestra capacidad cerebral para cambiar las circunstancias y las formas de afrontar los retos con nuestras conductas y respuestas. Pero siempre se debe cambiar para mejorar, para obtener más beneficios que supongan un estado más saludable y, en consecuencia, másBienestar y Calidad de Vida para uno y para Todos.

Por ello, hagamos lo que hagamos con nuestras decisiones, a las que tenemos derecho (DAD), éstas ante todo no deben provocar daño a los componentes esenciales de la Salud de uno mismo y a la Salud Física, Mental y Social, de los demás. Las evidencias científicas, históricas y actuales, refieren que para ser efectivos en cualquier ámbito y/o sector, se debe trabajar en equipo y esto significa compartir tareas, objetivos, responsabilidades y compromisos. Lo que implica que la responsabilidad individual y social nos debe hacer llevar un estilo de vida saludable porque es bueno para nosotros y para los demás. También, porque es necesario para la sostenibilidad del Sistema Sanitario y Social. Lo que estamos viviendo es que al ser gratuito muchos creen que se puede hacer de todo e incluso asumir riesgos innecesarios sin conllevar responsabilidades sobre sus costes, actuando como si fuéramos millonarios.

Estoy de acuerdo con el DAD; pero con un condicionante ético, el principio de no maleficiencia, ante todo no provocar daño (El Primun Non Nocere de Hipócrates). Además, el DAD es mejor si se acompaña de un mínimo de sentido común que nos haga respetar las reglas, las leyes y los compromisos que nos hemos dado como Sociedad civilizada. Como van a tener DAD aquellos que no han respetado el más elemental de los Derechos, el Derecho a la Vida, y han provocando daños de por vida a muchos familiares y amigos o aquellos que guiados por alguno de los nuevos mesías autonómicos con intereses inconfesables y obsoletos están provocando daño a la Salud Mental y Social de sus conciudadanos.

Por tanto, DAD sí; pero con unos mínimos de responsabilidad, sensatez y compromiso social, y siempre que no se provoque daño a la Salud Mental y/o Social de Todos.