Estudios genéticos, la clave para un entrenamiento eficaz en la natación

Los avances en genética registrados en los últimos años están permitiendo a miles de deportistas conseguir mejores resultados gracias al estudio de su genética. Realizarse un test genético de nutrición deportiva hace posible una mejora de manera notable en el rendimiento, especialmente en el mundo de la natación.

Los test genéticos aplicados al mundo del deporte son relativamente recientes, pero no por ello sus resultados dejan de ser efectivos e interesantes. Este tipo de análisis genéticos se realizan a través de una simple muestra de saliva a través de la cual se extrae el perfil genético del atleta. Y es que para conseguir mejorar los resultados a veces hay que mirarse dentro a uno mismo antes de fijarse en las rutinas que llevan al éxito a los demás.

¿Qué analiza un test genético de un deportista de la natación?

Un test genético deportivo analiza la composición genética del deportista y la relación que ésta pueda tener con el nivel de rendimiento que ha alcanzado o el rendimiento potencial que podría alcanzar. En total se analizan más de 40 variantes genéticas del deportista, que son los genes que están más estrechamente relacionados con la capacidad deportiva.

Si bien las características analizadas dependen de la empresa o laboratorio que lleve a cabo el test, la mayoría coinciden en las más importantes. En resumen, estos test genéticos permiten conocer los diferentes tipos de perfiles deportivos, la resistencia a nivel cardiovascular en los entrenamientos, las variaciones en los genes que hacen posible nadar a nivel aeróbico o anaeróbico, qué lesiones son más susceptibles de ocurrir en el deportista o incluso qué estrategia es más adecuada de seguir a través de la alimentación o la suplementación.

Datos sobre la potencia, el estrés oxidativo, las necesidades energéticas, el nivel de resistencia o la capacidad muscular permiten trazar estrategias mucho más personalizadas que ayudarán al deportista a mejorar sus resultados en poco tiempo. Y es que, si atendemos a todas estas variables a través de la genética y no a variables generales, no solo se mejora su rendimiento deportivo sino también su salud a nivel general.

Este tipo de estudios genéticos resultan muy recomendables para todo tipo de deportistas y en el mundo de la natación su uso es cada vez más frecuente por las mejoras que consiguen quienes lo llevan a cabo. Los genes pueden aportar entre un 20% y un 50% de las características deportivas de una persona, y hasta el momento esto no se había tenido en cuenta en la planificación deportiva, lo que podría haber mejorado los resultados de cualquier atleta, incluso de los más conocidos.

El resultado es la elaboración de un plan personalizado tanto de entrenamiento como de alimentación adecuada a su código genético. Esto supone un antes y un después en el entrenamiento deportivo y, esto, unido a la posibilidad de encontrar un buen precio para hacer una piscina de obra, puede ayudar a muchos nadadores a mejorar sus resultados y sus tiempos en pocas semanas de entrenamiento. Porque no hay nada como poder entrenar en tu propia piscina sabiendo cuáles son tus peculiaridades físicas y tus posibilidades como atleta.