El torero salmantino afronta sus últimos días de preparación antes de su segundo paseíllo formando parte de una terna en la temporada.
Inmerso en uno de sus últimos entrenamientos antes de su compromiso de este domingo en Céret (Francia), el matador de toros salmantino Álvaro de la Calle atiende a SALAMANCArtv AL DÍA para mostrar sus sensaciones a apenas 48 horas de su segundo paseíllo de la temporada formando parte de una terna. "Estoy con la moral a tope. En Ceret sale el toro muy serio y es una feria de carácter torista donde creo que me puedo reivindicar y hacerme un hueco en el aficionado y público francés para que después se me abran las puertas en España. Ojalá las cosas salgan bien y podamos arañar un triunfo el domingo porque sería importante para mi carrera", afirma el espada.
La localidad francesa de Céret es considerada como uno de los templos toristas de la geografía taurina, tal y como valora el propio Álvaro de la Calle: "En Ceret se reúne mucha gente de Francia, de la zona de Cataluña y un aficionado muy serio y exigente de diferentes puntos de la geografía española, por lo que le da mucho mérito a todo lo que pasa en la plaza. Allí le dan mucha importancia a la lidia, a la suerte de varas y a la espada, pero también entienden del buen toreo y saben ver cuando un torero dignifica su profesión, se entrega y se la juega a carta cabal cada tarde que hace el paseíllo. Francia me ha acogido muy bien y estoy convencido de que va a ser la que me impulse hacia arriba. Ahora tengo que aportar mi granito de arena".
El del domingo en Céret, junto a Robleño y Gómez del Pilar frente a toros de José Escolar, será el segundo compromiso de Álvaro de la Calle tras su tarde en San Martin de Crau, donde tal y como él mismo recuerda: "Esa tarde se cambiaron las orejas por vueltas al ruedo pero la dimensión fue importante frente a la corrida de Dolores Aguirre y Yonnet. El público estuvo muy cariñoso conmigo y me hicieron saludar nada más terminar el paseíllo. Ojalá el domingo pueda refrendarse esa buena imagen en Ceret, porque mi carrera está yendo tarde a tarde y paso a paso".
Las oportunidades en España escasean para toreros como Álvaro de la Calle, quien cree que Francia es quizá el único manantial donde beber agua en medio de la sequía de festejos: "Las comisiones taurinas de Francia se fijan más en toreros que podemos dar el salto y tenemos ese trampolín para acceder a las grandes ferias, como últimamente le ha pasado a Emilio de Justo. En España es muy difícil tener una oportunidad en las ferias, aunque también hay sitios como Cenicientos o San Agustín de Guadalix que tienen en cuenta este tipo de cosas. Este año no ha podido ser el estar ahí anunciado pero espero que el año que viene puedan abrirse esas puertas para que esté allí".
Álvaro de la Calle no oculta su desencanto al reconocer que esperaba que la tarde de Madrid tuviese más recompensa en forma de contratos: "Esperaba que sirviese un poquito más, la verdad, pero esto es lo que hay y tengo que aprovechar las oportunidades para dar un golpe sobre la mesa". Además, también lanza un mensaje a algunos ganaderos del campo bravo salmantino: "Hay ganaderos que sí se han acordado de mí, pero hay otros que me han prometido vacas y despúes no me han llevado a su casa a tentar. Esas cosas me dan pena, me duelen y me entristecen, porque soy un torero que siempre me he desvivido por la labor de los tentaderos".
En el horizonte no pierde la esperanza de volver a pisar la plaza de toros de Salamanca. Álvaro de la Calle suspira antes de responder: "Imagínate... me encantaría y me haría muchísima ilusión el poder pisar el ruedo de mi Glorieta, que es como mi casa, mi feudo. Siempre me acogió, me respetó y me exigió. Cada vez que paso por delante la miro con añoranza pensando cuando volveré a torear". La última vez que el salmantino hizo el paseíllo en La Glorieta fue en 2004 para torear un festival a beneficio del Museo Taurino. Además, De la Calle vería con buenos ojos anunciarse en las plazas de la provincia: "No he tenido la suerte de poder prodigarme en las plazas de la provincia y creo que ahora si podría tener mi hueco. Me encantaría poder torear en La Ancianita de Béjar, en Peñaranda, Vitigudino, Ciudad Rodrigo, Candelario, Guijuelo, Alba de Tormes, Ledesma... Me haría mucha ilusión que mi nombre estuviese en los carteles de estas localidades y que se acordasen de uno, pero aunque toco puertas me hace falta una persona que me eche un cable para encauzar en este sentido mi carrera y poder torear en más sitios. No te digo que sea un apoderado de campanillas pero sí un hombre que tenga ganas de luchar, maduro, preparado y que afronte estos retos a mi lado. Hay varias propuestas y ojalá surja efectiva alguna de ellas. Si no puede ser este año, pues que sea para el que viene".