López Chaves, triunfador, corta un rabo en la novillada de Castellanos de Villiquera

Ficha del festejo. Festival, media plaza, portátil nublado con buena temperatura, se han lidiado novillos de Luis Palla, bien presentados, con romana nobles y con recorrido en sus embestidas, al que hizo sexto se le premio con la vuelta al ruedo, que fue también para el ganadero. López Chaves cuatro orejas y rabo, Víctor Janeiro tres orejas y dos para el novillero Cristian Ponce.

En el festival estaba anunciado Eduardo Gallo, que finalmente no pudo compadecer a esta cita, y su lugar lo ocupó el torero de Ledesma López Chaves, que lució a la verónica y por chicuelinas de capote a su primero brindó al público y consintió una faena de comienzo fulgurante de rodillas para calentar al tendido, luego con más reposo y entrega, trazó una faena con buenas series de derechazos y rematados con empaque, al natural pitón menos claro bajo el tono, raza, ánimo y disposición la mostrada por el torero de Ledesma, que este domingo actúa ante sus paisanos con los victorinos.

El ledesmino mató de pinchazo y entera y cobró dos orejas, su segundo premiado con la vuelta al ruedo, humilló mucho, faena por momentos muy templada y con mucho gusto, tanto por uno como otro pitón, muy firme y con oficio sobrado consintió una faena poniendo mucho, se gustó en alardes y pases por la espalda en redondo y mató de media, consiguiendo los máximos trofeos.

Víctor Janeiro es un tipo simpático que llega, conecta rápido con el público, muy ducho en los festivales, lució el toreo a la verónica, montó una faena con reposo, genuflexa la rodilla y sacando al astado toreado a los medios mostró una faena con temple bien asentado, en el toreo fundamental de exquisito trazo buen nivel con la mano izquierda, pases por alto un tanto para la galería, para matar de dos pinchazos y entera cobrando una oreja. En su segundo lo fijó de capote un animal que no se empleó en banderillas, fue tirando con oficio de la corta embestida y logró una faena, que comenzó intermitente, que fue mejorando, al final tiró de nervio, llegó más al gentío, mató de entera y paseó otras dos orejas.

El tercero y único que mató fue para el novillero salmantino Cristian Ponce, que mostró mucha garra ante su fuerte oponente, un tanto acelerado, pero consintiendo mucho, pues apretaba el novillo. Logró una faena de buen tono, antes había toreado de capa con mucha disposición de capote, sacó series de buenas maneras, corrió bien la mano; lo dicho, faltó sosiego, pero estuvo muy en novillero, su animal terminó rajándose, pero puso voluntad y corazón, mató de entera tendida y logro dos orejas.

Y éste fue el final de un festejo, donde lo peor fue el piso de la plaza, que se debe mejorar para estos festejos, por cierto el festival no fue picado, y la verdad es que con una varita pienso que todo había tenido más razón de ser.

Fermín González

Fotografías: Adrián Martín