Nutrigenómica, hacia la verdadera nutrición personalizada

Durante los últimos 60 años la biología molecular se ha desarrollado espectacularmente y ha generado toda una serie de técnicas poderosas para investigar el funcionamiento de los seres a nivel molecular. Lo que hasta hace bien poco parecía ciencia ficción, se está convirtiendo en el camino por el que parece que transitará la nutrición de los próximos años. Ya hoy en nutrición se investiga el papel de los nutrientes y de los componentes no nutritivos de los alimentos a nivel molecular, incluyendo sus interacciones con las cascadas de señalización celular y sus interacciones con el genoma. Sabéis que hace pocos años terminó el trabajo de secuenciación del ADN humano (el proyecto Genoma) y a esto se le suman los hallazgos sobre las funciones de los nutrientes y de otros componentes alimentarios utilizando técnicas moleculares que están guiando a la nutrición a un nuevo territorio que va mucho más allá de los estudios de nutrición clásica.

Las diferencias fenotípicas, las diferencias entre cada uno de nosotros, se deben en gran medida a las diferencias en la secuencia de sus genes, fundamentalmente centrada en la existencia de polimorfismos genéticos, a las variantes en el número de copias de algunos genes así como al "patrón de metilación génico". Esto del patrón de metilación, por explicarlo brevemente, informa de cómo están empaquetadas las larguísimas secuencias de ADN y los lazos que se distribuyen en los paquetitos (un científico chino lo explica diciendo que si el genoma en su conjunto es una partitura, la secuencia de ADN serían las notas y el patrón de metilación los matices e indicaciones sobre cómo interpretar la obra). Todo ello influye en la expresión de numerosos genes y, por tanto, sobre los tipos y concentraciones de las proteínas codificadas, lo cual se traduce en cambios metabólicos específicos que, finalmente, condiciona la existencia de fenotipos concretos.

Las variaciones en la secuencia génica y en su patrón de metilación, así como las variantes en el número de copias de los genes, pueden condicionar la actividad de numerosas enzimas y transportadores, influyendo sobre su actividad metabólica y, por tanto, determinando el fenotipo del individuo y condicionando sus específica necesidades de nutrientes. Esto significa que, al contrario de lo que la nutrición clásica ha preconizado, se necesita atender a los requerimientos nutricionales de individuos concretos y no tanto de poblaciones, pasando de una nutrición poblacional a una nutrición personalizada.

Tradicionalmente se ha presupuesto que la expresión génica no estaba influida directamente por los nutrientes sino por la acción de hormonas, factores de crecimiento y citoquinas. Sin embargo, la dieta representa un potente mecanismo para modificar el ambiente celular de numerosos órganos y, por consiguiente, del individuo. Así, durante los últimos años se han encontrado numerosas evidencias de que los cambios ambientales provocados por los nutrientes y otros componentes de los alimentos en el entorno celular modifican la expresión de numerosos genes. Este hecho abre la perspectiva a modificar la expresión génica, tanto en individuos sanos como en enfermos, a través de la manipulación de la dieta. No obstante, es preciso aclarar que, aunque la modulación directa de la expresión génica por nutrientes es un hecho incontestable, la influencia principal de los nutrientes sobre el genoma se lleva a cabo a través de la acción de las hormonas.

Otro apunte sobre una nueva disciplina que se abre paso, la epigenética, que estudia los cambios heredables en la expresión génica que ocurren sin cambio en la secuencia del DNA y que constituyen también un mecanismo importante por el que los componentes de la dieta pueden selectivamente activar o inactivar la expresión génica. Es decir, estudia asuntos como el patrón de metilación del que hablábamos antes, las indicaciones de cómo tocar la partitura, algo sobre lo que cada vez se sabe más y sobre lo que es posible influir con la dieta.

Queda mucho por recorrer y por conocer pero la ciencia nutricional avanza por ese camino de las interacciones genoma ? dieta, lo que abrirá las puertas, en un futuro, a una nutrición realmente personalizada en función de la genética del individuo. Apasionante.