El verano y la Prensa

Esto es una paradoja, pues si preguntáramos a todas las personas en qué época del año sucedieron sus mejores noticias o recuerdos, la inmensa mayoría los situaría en verano. Sin embargo, las noticias 0,0 no venden, y en periodismo, primera lección de la Facultad, la información se da cuando el hombre muerde al perro y no al contrario.

Pero esperen, no hay que preocuparse, pues inmediatamente, en la lección segunda, se dijo que cuando al periodista no le convencen los "sucesos", el periodista también es de "sus sesos", una alternativa de análisis no menos importante. Por tanto, siempre habrá desmanes de los que se pueda opinar.

Ya hemos dicho que esto ocurre en la Prensa escrita. Por la televisión no se preocupen, y mucho menos este año, que, a falta de clásicos como la Raimunda del Palacio de Linares, las caras de Bélmez o el monstruo del lago Ness, ya han encontrado un filón en Corinna y nuestro Rey honorífico, quien ha ejercido la "representación" del macho ibérico con la borbónica estética de una bella jembra (jerga de Gabriel y Galán). Nuestra presunta frustración quizá sea el haber creído que solo se trataba de una bonita historia de amor.

Y si les parece dejemos este asunto para don Iñaki como una tarea para que no se aburra en la trena, pues ya hemos acordado que este sea un tema de carácter más bien televisivo, como también vamos a dejar para el rectángulo de la televisión la disputa entre Soraya y Casado por presidir el PP. Son noticias que llegan a todo el mundo y todos estamos al día de igual manera. Aunque quizá nosotros, por defecto profesional, queremos pedir el VAR para que nos digan de dónde ha salido el juego sucio que pretende perjudicar o beneficiar a la señora Soraya señalándola como amiga (con lenguaje inclusivo moderno) de residentes, resistentes o resilientes de su partido.

Finalizando por hoy, para el periodismo de verano y de todas las estaciones lo importante sería no tener que dar noticias de violencia de género o muertes absurdas. Que nadie venga a Magaluf, por ejemplo, sin la ITV (Interés de Tirarse Volando) pasada. Y en cuanto a la carretera, que piensen en Paco Costas, un experto de la conducción harto de estrellar coches para enseñarnos a conducir -histórico programa "La segunda oportunidad", en TV- y que, por esa mala costumbre de la ley natural, nos dejó la semana pasada a solo dos años de ser nonagenario.

Ah, seríamos injustos, hablando de Prensa, si no dijéramos que la radio, con las entrevistas y la música, es un lujo en nuestros viajes veraniegos.