Los cables sueltos tras los robos de cobre amenazan a la maquinaria agrícola y al ganado en Salamanca

La organización profesional agraria UPA Salamanca ha remitido un escrito oficial a la Subdelegación del Gobierno en la provincia para alertar sobre una situación de creciente peligrosidad en el entorno rural. La entidad denuncia los riesgos derivados de los cables de acero que quedan colgando y abandonados en los postes telefónicos tras producirse los robos de hilo de cobre, una práctica delictiva que sigue afectando al campo salmantino.

Según ha explicado la organización, el modus operandi de los ladrones consiste en sustraer el cobre de las líneas telefónicas, dejando atrás el cable de acero que servía de sustentación. Este material sobrante queda inicialmente enrollado en los postes o en otros cables, pero la acción del viento y el paso del tiempo provocan que acabe desprendiéndose y llegando hasta el suelo. Esta situación genera un escenario de riesgo múltiple que afecta tanto a la actividad agrícola y ganadera como a la seguridad ciudadana.

El secretario general de UPA Salamanca, Carlos José Sánchez Rodríguez, ha detallado las graves consecuencias que estos elementos sueltos pueden provocar. Para los agricultores, existe un peligro directo de que la maquinaria se enganche con estos cables de acero durante las labores de campo, lo que puede causar averías importantes en los aperos. Además, estos enganches pueden arrancar las líneas de fibra óptica que discurren por los antiguos postes, dejando sin servicio de telefonía e internet a los usuarios de las zonas rurales.

Uno de los aspectos más preocupantes señalados por la organización es el riesgo para el bienestar animal. En las fincas ganaderas, las reses pueden engancharse con los cuernos en estos cables sueltos. En su lucha por liberarse, el cable puede enrollarse en el cuello del animal, existiendo un riesgo real de ahogamiento o estrangulamiento. Ante este escenario, la organización plantea la cuestión de la responsabilidad civil en caso de siniestro, defendiendo que el agricultor o ganadero no debe asumir las consecuencias de esta falta de mantenimiento.

La denuncia de UPA también abarca la seguridad vial. Responsables de la organización han comprobado personalmente que, en algunos puntos, estos cables llegan a invadir las carreteras, suponiendo un obstáculo peligroso para la circulación de vehículos. Esta problemática se suma a las denuncias previas realizadas por la organización sobre los daños colaterales de estos robos, como el corte de alambradas para acceder a las líneas, que provocaba la salida del ganado a las vías públicas.

Por todo ello, UPA Salamanca ha instado a la Subdelegación del Gobierno a que, en el ejercicio de sus funciones, exija a la empresa responsable o concesionaria la retirada inmediata de estos cables de acero que cuelgan hasta el suelo, con el fin de eliminar un riesgo latente para el sector primario y la población rural.