El eminente epidemiólogo reedita su primer libro de poesía publicado en 1979 mientras ultima su primera novela
Se nos hizo familiar el rostro bello y sosegado del médico y experto de la OMS Daniel López Acuña en tiempos del coronavirus, esos meses ya olvidados en los que su suave voz de ecos mexicanos disertaba de forma sencilla sobre una pandemia que, pese a su condición de epidemiólogo nunca hubiera imaginado tener que vivir. Y vivirla ya en su retiro, como experto al que arrancan de su mesa de trabajo para hacernos más fácil lo inconcebible. El doctor López Acuña había dejado ya sus múltiples y peripatéticas labores y se hallaba en su Asturias originaria, decidido a seguir escribiendo la historia de su padre, los poemas a vuela pluma aparecidos en revistas y guardados en carpetas que luego reunió en el 2024 bajo el título Centinela del viento, publicado por la Editorial Vitruvio.
¿Qué tienen que ver el ejercicio de la medicina, de la gestión mundial del estudio epidemiológico con la poesía, la escritura? La larga tradición de médicos humanistas no nos es ajena en Salamanca, médicos coleccionistas de arte, médicos de extensas bibliotecas, médicos expertos en humanidades. Y esas humanidades, en México tienen un nombre prestigioso, el de la revista Nexos, que conjuga la cultura, la literatura y la ciencia y que tiene como uno de sus fundadores, al dolor de origen asturiano. Una revista indispensable que nos recuerda lo falsa que es la separación entre letras y ciencias que han querido, hace bien poco, romper con su hermoso libro Un árbol de compañía, la autora argentino-española, Clara Obligado y el biólogo y divulgador salmantino Raúl de Tapia.
Es López Acuña un poeta viajero, un poeta de sensibilidad acusada y discurso que se mece en el empeño del verso, pero también en la narrativa con la que describe paisajes y sentimientos. Como centinela del viento, recorre los estados de ánimo de una mente prodigiosa, atenta al milagro del paisaje y del viaje. Un viaje casi detenido en este reencuentro con su primer libro publicado en 1979 y absolutamente agotado: Tú llegarás a mi ciudad vacía, que Ediciones Vitruvio ha querido rescatar para devolvernos la voz de un poeta capaz de ver la belleza a través de una ventana de hospital, la de un hombre cultísimo –ha sido traductor de importantes poetas como Auden o Saint John Perse- enfrentado al amor y a una ciudad imposible: la ciudad es la misma y es distinta. Una ciudad que habita, en la que trabaja, ama y deja volar una sensibilidad exquisita: Cada época/es el vivo retrato de su música. Una ciudad de la que sale para abismarse en la mitología, en la Oaxaca fascinante de un México de día de muertos, de un mar a las orillas de San Francisco. Viajes del doctor que nunca abandona su trabajo aprendimos el oficio de curar/ y creímos con ello trascendidas/ nuestras múltiples culpas, ni su mirada sobre todo aquello que le sale al paso, desde el amor a la geografía, desde el viaje a la vida en la extraña ciudad donde le destinó el destino de su padre.
La pandemia sacó al poeta del pupitre donde escribía, esforzado, la memoria de su padre, niño de la guerra que acabó en el México de los republicanos, en el México que recibió aquella sangre nueva con agradecimiento. Hijo de un exilio, López Acuña con este poemario devuelve a la ciudad vacía una gratitud distinta, nada complaciente, de enorme sensibilidad que debe leerse entre líneas. El volcán y su nieve tienen para el poeta carácter de hogar que quizás no lo sea, vacío que se llena de tenaz desconcierto y de árboles y flores. Suyo es el México que ahora abandona para habitar la casa asturiana, suyo es el acento suave de su habla y el empeño de la memoria de su padre, y quizás sea lo más mexicano de López Acuña este libro sutil, nada narrativo, que ahora recupera su editorial para disfrute de sus lectores. Y ante esas dos orillas, el verso como un puente, el tiempo que no pasa por la palabra que es poesía, y la tarea ingente de habitar la memoria recuperada. Es una buena forma de llegar al invierno, leer poesía, leer a Daniel López Acuña, publicado por Ediciones Vitrubio.
