Cáritas Salamanca alerta de que el pago de la vivienda consume ya el 70 % de los ingresos de las familias vulnerables

Cáritas Diocesana de Salamanca ha presentado esta mañana su campaña anual de sensibilización Operación Vivienda 2025-2026, centrada este año en denunciar el hacinamiento que sufren cientos de familias en la provincia. Bajo el lema "Donde caben 2, caben… diez, pero no deberían", la organización ha puesto cifras a una realidad que califican de "insostenible": el precio del alquiler en Salamanca ha subido un 50 % en la última década, pasando de 6,2 a 9,5 euros el metro cuadrado.

Durante la presentación, en la que han intervenido el delegado episcopal de Cáritas Salamanca, Juan Pedro Melgar, y la trabajadora social del área de Acogida, Rosa Rodríguez, se ha destacado cómo la vivienda se ha consolidado como el principal factor de exclusión social. La campaña, diseñada por alumnos de creatividad publicitaria de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), busca visibilizar que compartir piso o vivir en una sola habitación se ha convertido en una "estrategia de supervivencia forzada" para muchos salmantinos.

Según los datos aportados por la entidad, la situación económica de los hogares con menos recursos se ha deteriorado drásticamente. Si en 2007 las familias destinaban el 48 % de sus ingresos a la vivienda, hoy esa cifra se dispara. "Gran parte de los hogares con menor renta dedican alrededor del 70 % de los ingresos al pago del alquiler y de suministros", ha explicado Rosa Rodríguez. La trabajadora social ha subrayado que, tras afrontar estos gastos fijos, "la familia se queda claramente en situación de pobreza severa".

Un déficit presupuestario "considerable"

El balance de intervención de Cáritas durante el último año refleja la magnitud de la emergencia habitacional. La organización ha atendido a 1.393 familias en materia de vivienda y ha gestionado un total de 2.238 ayudas económicas. El esfuerzo financiero realizado por la entidad asciende a un total de 682.928 euros gastados en ayudas directas.

Esta cifra contrasta notablemente con los fondos obtenidos a través de la campaña específica, cuya recaudación ha sido de 53.222 euros. Este desfase genera un déficit importante que obliga a la institución a redoblar esfuerzos para mantener su red de apoyo. El desglose del gasto realizado es el siguiente:

• Alquileres: 600.048 euros (1.537 ayudas).
• Suministros (electricidad y gas): Más de 15.000 euros.
• Alimentación: 67.164 euros (592 ayudas).

El perfil de la exclusión: trabajadores pobres y familias monoparentales

Uno de los puntos más alarmantes señalados por Cáritas es que el empleo ha dejado de ser un salvavidas contra la pobreza. "A pesar de tener trabajo, sus ingresos son bajos y no garantizan el poder hacer frente a todos los gastos básicos. Trabajar hoy no es garantía de llegar a final de mes", ha asegurado Rodríguez.

Entre los perfiles más afectados por esta crisis habitacional se encuentran:

• Parejas jóvenes con hijos en situación de precariedad laboral.
• Familias monoparentales (mayoritariamente mujeres solas con hijos) que viven en habitaciones alquiladas.
• Personas con enfermedades crónicas o personas mayores con pensiones no contributivas.
• Migrantes en situación irregular, que al carecer de documentación no pueden acceder a ayudas públicas.

A la barrera económica se suman los estrictos requisitos exigidos por los arrendadores, como la solicitud de avales, varias nóminas o la exclusión de familias con menores o pertenecientes a minorías étnicas.

Hacinamiento y falta de oferta

La campaña pone el foco en las consecuencias humanas de esta crisis. "El problema del hacinamiento y de compartir pisos se está convirtiendo en algo normal", ha lamentado la trabajadora social. Esta situación afecta gravemente al desarrollo vital, especialmente de los menores, que carecen de espacio adecuado para descansar o estudiar. En ocasiones, en un mismo piso llegan a convivir hasta nueve personas sin relación familiar entre sí.

Además, la oferta de vivienda accesible se ha reducido debido al auge de los pisos turísticos. Ante este escenario, Cáritas Salamanca ha lanzado una serie de reivindicaciones a las administraciones y a la sociedad:

• Impulsar un parque público de viviendas en alquiler asequible.
• Incentivar la salida al mercado de viviendas vacías.
• Regular las viviendas de uso turístico para evitar la escalada de precios.

"La vivienda es hogar. El hogar es el espacio que tenemos los seres humanos para poder realizarnos como personas", ha concluido Rodríguez, apelando a la conciencia social para no normalizar que vivir dignamente sea un privilegio.