La protectora de animales denuncia la dificultad para encontrar hogar a perros mestizos y de tamaño mediano y reclama casas de acogida urgentes, así como una mayor protección legal para los perros de caza
La situación de las protectoras de animales en Salamanca atraviesa un momento complejo, caracterizado por un desequilibrio constante entre el número de abandonos y las adopciones que llegan a materializarse. La asociación 'El Hocico' ha lanzado una voz de alarma sobre las dificultades diarias que enfrenta la entidad, desde la saturación de sus recursos y el coste de los tratamientos veterinarios hasta las lagunas legislativas que, aseguran, dejan desamparados a los animales más vulnerables.
Lucrecia, portavoz de la asociación, describe un escenario donde la entrada de animales es incesante. "Nos llaman para entregar más animales o para que recojamos más animales de los que salen adoptados", explica. Esta presión se ve agravada por una tendencia muy marcada en las preferencias de los adoptantes, que dificulta enormemente la salida de una gran parte de los perros rescatados.
Según detallan desde la protectora, aunque existe interés por adoptar, este es extremadamente selectivo. "Demanda hay, pero la inmensa mayoría de las veces es para perros pequeños o para cachorros", matiza la portavoz. Esta realidad deja en un limbo a los animales que no cumplen con estos requisitos estéticos o de edad. Un perro de apenas cuatro años o de tamaño mediano —"como un cocker un poco más grande"— enfrenta serias dificultades para encontrar una familia, quedando relegado frente a los ejemplares de menor tamaño.
La realidad de los cheniles dista mucho de las modas. La gran mayoría de los animales que custodia 'El Hocico' no responden a un pedigrí concreto. "Casi todos son de raza mestiza; tenga en cuenta que son los que abandonan", señala Lucrecia, apuntando que muchos provienen de las instalaciones de recogida de Ciudad Rodrigo. Incluso razas que años atrás gozaban de gran popularidad, como el pastor alemán, han perdido interés entre los solicitantes.
Actualmente, la protectora se hace cargo de entre 35 y 40 animales, sumando perros y gatos. Debido a que su refugio físico se encuentra en una zona urbana y tiene capacidad limitada, la mayor parte de ellos residen en casas de acogida. El perfil de estos animales suele llevar aparejado un alto coste económico: muchos son mayores o arrastran problemas de salud crónicos.
La financiación de la entidad depende exclusivamente de las aportaciones de los socios, las actividades de recaudación y las tasas de adopción, las cuales son insuficientes para cubrir los gastos reales. "Es un pastón lo que gastamos en veterinarios", confiesan desde la asociación, lamentando que "siempre salen más caros los gastos médicos de un animal que lo que recaudamos con su adopción".
Una de las reivindicaciones más contundentes de 'El Hocico' se centra en la desprotección legal de ciertos animales en una provincia con fuerte actividad cinegética como Salamanca. La asociación critica duramente la exclusión de los perros de caza de la actual normativa estatal.
"Los perros de caza son los grandes damnificados de la ley de bienestar animal porque los han excluido", sentencia Lucrecia. La protectora se encuentra constantemente buscando galgos abandonados, una situación que se repite cíclicamente. Desde la entidad reclaman que se vigile más a estos animales y que se garantice que "entren dentro de la ley".
Asimismo, denuncian la falta de control riguroso sobre la identificación mediante microchip —que a menudo es arrancado cruelmente para evitar localizar al propietario— y las condiciones de vida de los perros de trabajo, como los mastines que guardan ganado. "Hay algunos que los ves y están en los huesos", aseguran, pidiendo una mayor implicación del SEPRONA y las autoridades competentes para supervisar su bienestar.
Más allá de las adopciones definitivas, la necesidad más inmediata de 'El Hocico' es encontrar familias dispuestas a ofrecer un hogar temporal. Las casas de acogida son vitales para poder seguir rescatando, especialmente en casos de emergencia médica donde el animal no puede estar en un refugio convencional.
Como ejemplo reciente, la portavoz menciona el rescate de una galga herida: "Necesitamos una casa de acogida mientras la miran en el veterinario, para ver qué le pasa en la pata y si hay que operarla". Sin embargo, la asociación lamenta que el apoyo en redes sociales no siempre se traduce en ayuda real. "A lo mejor tienes 200 visualizaciones y muchos escritos, pero después la gente no termina de involucrarse y ayudar a las protectoras", explican.
Para aquellas personas interesadas en adoptar, acoger temporalmente o colaborar con la asociación, 'El Hocico' ha habilitado varias vías de contacto directo. Solicitan que el contacto se realice preferentemente por escrito para una mejor gestión.