, 14 de diciembre de 2025
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La Diócesis de Salamanca, un legado artístico con más de 200 parroquias y el reto de la despoblación
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arte y patrimonio

La Diócesis de Salamanca, un legado artístico con más de 200 parroquias y el reto de la despoblación

Actualizado 05/12/2025 20:41

El responsable del área, Tomás Jesús Gil, alerta de que la despoblación y la falta de relevo generacional son la principal amenaza para la conservación de este legado

La Diócesis de Salamanca custodia un patrimonio que va mucho más allá de los grandes monumentos de la capital. Se trata de una herencia diseminada en más de doscientas parroquias rurales, cada una con su propia historia y necesidades. El responsable del Servicio Diocesano de Patrimonio Artístico y Cultural, Tomás Jesús Gil Redondo, ha desgranado los desafíos actuales para preservar esta memoria que se enfrenta a su mayor amenaza: el vacío demográfico.

La gestión de este legado se califica como "enorme, muy grande", según explica Gil, quien recuerda que la Iglesia tiene la obligación legal y moral de conservar y mostrar estos bienes. La estrategia comienza por lo más fundamental: la estructura de los edificios. "Lo primero que hay que hacer es el tema de que no haya deterioro en las obras dentro de las iglesias. Es decir, tejados, es lo primero", asegura el sacerdote.

Para acometer estas obras de urgencia, existe un convenio financiado a partes iguales entre la Diputación de Salamanca y el Obispado, lo que permite asegurar la integridad de los templos. Una vez protegido el continente, la atención se centra en el contenido: el vasto patrimonio mueble que incluye esculturas, pinturas y documentos.

La intervención sobre las piezas del interior de los templos se guía por un doble criterio que busca el equilibrio. Por un lado, se atienden las obras de gran calidad artística y, por otro, aquellas que representan un pilar fundamental en la fe de la comunidad local, independientemente de su factura técnica.

"Unas veces coincide que es muy buena la imagen y otras veces coincide que es normalita, pero es la imagen de su cristo, y, entonces, a eso hay que respetarlo", subraya Gil. Esta sensibilidad hacia la devoción popular es clave en la gestión diaria del patrimonio diocesano, donde el valor sentimental a menudo equipara al valor histórico.

Un nuevo inventario con la Universidad de Salamanca

Para conocer con exactitud el estado real de los bienes, la Diócesis ha puesto en marcha un proyecto de actualización en colaboración con la Universidad de Salamanca (USAL). A través de un acuerdo con el profesor Eduardo Azofra, un equipo de alumnos en prácticas recorre el territorio para revisar el inventario realizado hace dos décadas.

El trabajo de campo ya ha cubierto zonas como Ledesma, Vitigudino y Vecinos. El objetivo es doble: verificar que las obras catalogadas siguen en su lugar e incorporar piezas que en su día pasaron desapercibidas. "A lo mejor no cayeron en la cuenta de que había que catalogar una casulla que era del siglo XVIII, o un cáliz", explica el responsable, señalando que, aunque son piezas menores, es vital tenerlas registradas.

La amenaza del invierno demográfico

Más allá de la catalogación, el inventario plantea una interrogante sobre el futuro de estos bienes en la "España vaciada". "Sobre todo, la zona aquella, porque es la zona que está habiendo más despoblación. De cara a un futuro, también es la conservación de ese patrimonio, ¿qué vamos a hacer con él?", reflexiona Gil. La institución ya trabaja con la administración pública para diseñar estrategias que permitan salvaguardar el legado de los pueblos que corren riesgo de quedar deshabitados.

Históricamente, la conservación de este patrimonio ha dependido de una "red de fieles", mayoritariamente mujeres, que han cuidado de sus iglesias durante generaciones. "Hay que agradecer muchísimo", afirma Gil, reconociendo la labor de quienes han limpiado retablos y alertado de deterioros. Sin embargo, esta red envejece y no encuentra relevo generacional, no por falta de interés, sino por la ausencia de habitantes: "Es que no queda gente".