'Atención directa y con mucho cariño': la filosofía de las nuevas responsables del renovado bar de la estación de autobuses
Abren sus puertas desde primera hora de la mañana de lunes a sábado, ofreciendo una destacada oferta de servicios
El bar de la estación de autobuses de Peñaranda ha iniciado una nueva etapa. Al frente se encuentran ahora Cindy Cortez y Cindy Guadalupe, dos hosteleras con una amplia trayectoria que han asumido la gestión con el objetivo de transformar por completo el establecimiento. Su filosofía se resume en una idea clara y directa: crear "un lugar donde la gente pueda entrar y sentirse agusto, cómoda", un espacio renovado que rompa con el pasado y ofrezca una experiencia diferente a viajeros y vecinos.
El camino para materializar este proyecto ha comenzado en abril de este mismo año, cuando iniciaron los trámites para hacerse cargo del local. Desde entonces, han acometido una reforma que ellas mismas han costeado para dar forma a su visión. Con casi ocho años de experiencia en el sector, su andadura profesional comenzó en un pequeño bar en Santiago de la Puebla y continuó en Macotera, donde gestionaron El Muek, un local más grande y con el que, aseguran, siguen manteniendo un fuerte vínculo. Esta nueva aventura en Peñaranda representa, según explican, una oportunidad de expansión para "ofrecer un poco más de servicios".
La oferta gastronómica se ha centrado en esta primera fase en los desayunos y pinchos, buscando combinar lo tradicional con toques modernos. En las mañanas, los clientes pueden encontrar desde bollería clásica como cruasanes y magdalenas hasta propuestas más elaboradas como tostas de aguacate con queso y pistacho o de tomate, además de zumo de naranja natural. Próximamente, planean incorporar batidos naturales tipo 'smoothies'. Este enfoque en el detalle se extiende a las necesidades del cliente, ofreciendo distintas variedades de leche, como de avena o sin lactosa, para materializar ese "cambio, de como era antes"que desean implantar.
Con las puertas ya abiertas, ambas invitan a todos los peñarandinos y visitantes a descubrir el renovado local. Más allá de la carta, ponen el acento en el trato humano como su principal seña de identidad. Su promesa es ofrecer un "ambiente confortable" donde el cliente se sienta bien atendido. Como ellas mismas subrayan, la clave de su proyecto es que "la atención es directa y con mucho cariño", una declaración de intenciones con la que esperan ganarse la confianza de una nueva clientela.
