Fueron investidos como matanceros de honor el jefe de la Sección de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León en Salamanca, Javier García Presa; el diputado provincial de Asistencia a Municipios y alcalde de Castellanos de Villiquera, Santiago Castañeda, y el diputado de Economía y Hacienda y alcalde de Ciudad Rodrigo, Marcos Iglesias Caridad; además de la peña local ‘Los Piraos’, y los portavoces municipales de los grupos PP y PSOE, Julio Romo y Luis García
La lluvia no fue impedimento para que decenas de personas se sumaran este sábado 6 de diciembre a la Fiesta de la Matanza Tradicional en la localidad de Barruecopardo, evento incluido en el calendario de matanzas promocionado por la Diputación de Salamanca y que se desarrolló con un gran ambiente, amenizado por la música de la gaita y el tamboril y una maestra de ceremonias llegada desde La Alberca.
La matanza tradicional de Barruecopardo tendría como protagonistas al gorrino, un cebón de 240 kilos de peso, y a los matanceros de honor, en esta ocasión a Javier García Presa, jefe de la Sección de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León en Salamanca; a Santiago Castañeda, diputado provincial de Asistencia a Municipios y alcalde de Castellanos de Villiquera; a Marcos Iglesias Caridad, diputado de Economía y Hacienda y alcalde de Ciudad Rodrigo; y a la peña local ‘Los Piraos’, además de los portavoces de los grupos municipales de PP y PSOE en el Ayuntaminto berroqueño, Julio Romo y Luis García, respectivamente.
La designación de los matanceros de honor fue el primero de los actos matanceros tras el pasacalles de la comitiva desde el Ayuntamiento a la plaza Agustín Moro. Todos ellos recibían de manos del alcalde de Barruecopardo y diputado provincial de Deportes y Carreteras, Jesús María Ortiz, la medalla municipal como distinción de este nombramiento, una designación que todos aceptaron antes de brindar con vino y aguardiente de las Arribes, por lo que el alcalde se llevó un 'buen convite'.
Con los matanceros ya investidos, comenzaban las labores matanceras bajo los sones de la gaita y el tamboril y la animación de unam maestra de ceremonias contratada por la Diputación. Y mientras Paco Martín, que ejercía de matarife, y sus ayudantes procedían al chamuscado del cerdo y su limpieza, al fondo de la plaza, los cocineros de Paellas David preparaban chichas, patatas meneás, y panceta para dar de comer al público, además de hígado encebollado como tentempié antes de la comida.
Además de los colaboradores en el despiece del cerdo, también cabe destacar la colaboración de un grupo de mujeres de la Asociación Mª Magdalena, encargadas de la limpieza de patas y rabo, y del reparto de dulces, vino y aguardiente entre el público.
Poco a poco el cochino iba desapareciendo del tajo y el varal iba llenándose con sus carnes, así hasta que fueran colgadas las dos hojas de tocino. Comenzaba entonces un taller de elaboración de chorizos para los niños y al que seguiría la subasta de las distintas partes del cerdo. Como broche a la jornada, unas 250 personas dieron cuenta de la comida.
El broche final a un día de tradición y convivencia lo pondrá la inauguración de la iluminación navideña, que estará acompañada de una degustación de chocolate caliente en la plaza mayor para todos los presentes.