Benjamín Crespo (AESCO): "El comercio de proximidad se juega en esta campaña el 50 % de la facturación del año"

Las luces ya iluminan las calles y los escaparates se visten de gala, pero tras la decoración navideña, el sector comercial de Salamanca contiene la respiración. La campaña de Navidad de 2025 no es un trámite más en el calendario; es el examen final que determinará la supervivencia de cientos de negocios. Así lo ha manifestado con contundencia Benjamín Crespo, presidente de la Asociación de Empresarios Salmantinos de Comercio (AESCO), quien alerta de que el sector afronta un momento "crítico" bajo una densa capa de "incertidumbre".

Para el tejido empresarial salmantino, las próximas semanas son decisivas. El periodo que comprende desde la semana del Black Friday hasta la finalización de las rebajas de Reyes Magos supone el pilar fundamental de la economía anual de los tenderos. Los datos que maneja la patronal son reveladores: muchos establecimientos concentran hasta el 50 % de su facturación total del año en esta ventana temporal. "Nos jugamos mucho", ha subrayado Crespo, evidenciando la enorme presión financiera que soportan las pymes y autónomos en este cierre de ejercicio.

Una "tormenta perfecta" de inestabilidad

La preocupación no surge de la nada. Crespo describe un escenario complejo donde confluyen diversos factores que erosionan la confianza tanto del vendedor como del cliente. En primer lugar, apunta a la situación política nacional como un elemento desestabilizador. "Es una situación que no está muy clara; todos vemos lo que está pasando y esa incertidumbre nunca es buena para el consumidor", ha explicado el presidente de AESCO, incidiendo en que el consumo requiere de un clima de estabilidad para fluir con normalidad.

A este panorama macro se suman indicadores económicos que impactan directamente en el día a día de las familias salmantinas. Crespo ha destacado que las cifras de empleo en la provincia durante los últimos meses no han sido todo lo positivas que el sector desearía. Además, la persistente subida de los precios continúa siendo un lastre que condiciona las decisiones de compra, obligando al consumidor a mirar mucho más el bolsillo antes de adquirir productos.

El aparcamiento: un problema que asfixia a los barrios

Más allá de la coyuntura económica global, el comercio de Salamanca libra batallas diarias contra obstáculos estructurales de la propia ciudad. Una de las reivindicaciones más urgentes que ha vuelto a poner sobre la mesa la asociación es la dificultad de estacionamiento, un factor que resta competitividad frente a las grandes superficies periféricas que ofrecen parking gratuito.

Benjamín Crespo ha querido desmontar el mito de que este es un problema exclusivo del casco histórico o la zona centro. Tras una visita institucional realizada junto al concejal de Comercio al barrio de Garrido, la realidad percibida a pie de calle fue unánime. "Preguntábamos a los comerciantes y nos hablaban claramente de las dificultades que tienen sus clientes para poder aparcar", relata Crespo.

La lógica que defiende AESCO es sencilla y directa: la movilidad es clave para la venta. Facilitar, por tanto, el acceso al vehículo privado o mejorar la rotación en zonas comerciales de barrio se perfila como una medida necesaria para oxigenar las ventas.

La "alarma" del relevo generacional

Sin embargo, si hay un problema que amenaza la existencia misma del comercio tradicional a medio plazo, ese es la falta de sucesión. El presidente de AESCO no ha dudado en calificar la situación de alarmante: "Preocupa muchísimo".

Crespo ha ilustrado esta crisis con ejemplos reales y recientes que reflejan el drama de cerrar negocios rentables. "Hay empresarios con 60 años a los que le quedan cinco o seis para jubilarse y no tienen relevo. Sus hijos no van a seguir y los trabajadores que tiene tampoco quieren continuar con el negocio", ha lamentado. Se trata de empresas saneadas, con una trayectoria de fiabilidad, que mueren por falta de continuadores.

El problema toca la fibra personal del propio representante de los comerciantes. "Hablo también de mi empresa; yo no tengo hijos y dentro de seis o siete años lo tengo complicado para que siga, siendo una empresa que tiene 52 años de historia", ha confesado Crespo con franqueza.

Propuesta de "excepción fiscal" para emprendedores

Ante este desafío demográfico y empresarial, AESCO considera que las medidas actuales son insuficientes. Crespo sostiene que no basta con bonificaciones puntuales como la tarifa plana de autónomos. Su propuesta es más ambiciosa: una reforma fiscal que incentive el riesgo.

"Hay que poner algo sobre la mesa que realmente haga atractivo el emprendimiento", afirma. Su planteamiento pasa por una "excepción fiscal realmente importante" durante el primer año de actividad para quien decida coger el testigo de un negocio. La propuesta incluye un matiz de responsabilidad y equidad: si el negocio prospera y genera beneficios, esos impuestos exonerados inicialmente se devolverían posteriormente. "Creo en la igualdad entre los empresarios que llevan más años y los que empiezan", matiza, buscando un modelo que elimine las barreras de entrada sin generar competencia desleal con los veteranos.

Digitalización y trato humano: la fórmula híbrida

En el eterno debate sobre la competencia de Internet, Benjamín Crespo ofrece una visión pragmática. Rechaza la idea de que la venta online sea el enemigo exclusivo del pequeño comercio; es un desafío para "todos los formatos comerciales". La clave reside en la adaptación, y Salamanca parece estar haciendo los deberes en este campo.

La provincia destaca por sus altas cifras de adhesión al programa de empresas digitalizadas. Los resultados de esta transformación ya son palpables. "Tenemos datos de algún comercio de proximidad donde el 50 % de su facturación hoy es venta online. Y hablamos de pequeños comercios", revela Crespo con orgullo.

No obstante, el presidente de la asociación advierte que la tecnología no debe sustituir la esencia del tendero. AESCO reivindica el valor de la experiencia física de compra: "Ves el producto, lo tocas, ves la calidad... no hay trampa ni cartón". La atención personalizada y el asesoramiento experto constituyen una garantía de seguridad que el entorno digital puro no puede replicar.

Además, en estas fechas de alto consumo, Crespo ha lanzado una advertencia sobre el auge de los fraudes en Internet. AESCO mantiene una colaboración estrecha con Policía Nacional y Guardia Civil para asesorar sobre ciberdelincuencia, recordando que la tienda física es también un refugio de seguridad y confianza ante las estafas que proliferan en redes sociales.

"Las ciudades sin comercio son ciudades muertas"

El mensaje final de Benjamín Crespo a los salmantinos es una llamada a la conciencia colectiva. Comprar en el comercio de proximidad no es solo una transacción económica, es una inversión en el propio entorno. "Es hacer que circule el dinero dentro de tu zona, donde vives", explica.

El comercio local cumple, además, una función social insustituible, especialmente para las personas mayores que no pueden desplazarse a grandes superficies periféricas. La sentencia final del presidente de AESCO resuena como una advertencia sobre el modelo de ciudad que queremos para el futuro: "Las ciudades sin comercio son ciudades muertas".