FOTOS | La historia del Kukuli: el equipo latino de Salamanca que es una "familia" y crece a pasos de gigante

Lo que ha comenzado hace apenas cuatro años como un grupo de amigos con ganas de jugar al fútbol en la liga Futormes se ha transformado en una de las realidades deportivas y sociales más singulares de Salamanca. El Kukuli no solo ha dado el salto a la competición federada, sino que se ha consolidado como una estructura sólida con siete equipos, desde debutantes hasta sénior, convirtiéndose en un punto de encuentro fundamental para la comunidad latinoamericana en la ciudad.

Al frente del proyecto se encuentra su presidente, el peruano Aníbal Ventura Anaya, quien ha sido el motor de esta evolución. "Todo empezó como un grupo de amigos para poder hacer un equipo", ha explicado Ventura. La idea inicial, sin embargo, pronto dio paso a una ambición mayor, impulsada por una necesidad que él mismo detectó en su entorno. "Veía a muchos latinoamericanos que no tenían esa opción de poder jugar en categorías federadas. Entonces, dije: 'vamos a hacerlo, vamos a ver si nos sale'", ha recordado sobre el momento clave de la decisión.

El camino no ha sido sencillo. Dar el salto de una liga de aficionados a la estructura oficial de la Real Federación de Castilla y León de Fútbol ha supuesto un desafío considerable. "La verdad es que ha sido un poco complicado en tema de papeleos, y en el tema económico también, pero se consigue todo. Una persona que realmente quiere hacerlo, lo puede conseguir", ha afirmado el presidente, resumiendo el esfuerzo y la determinación que han caracterizado al club en su corta pero intensa historia.

Una estructura con siete equipos

Actualmente, el Kukuli es una entidad deportiva en plena expansión que abarca todas las etapas formativas y competitivas. El club cuenta con siete equipos que demuestran su compromiso con el fútbol base y sénior. La cantera está formada por una categoría de debutantes con cinco niños, un equipo prebenjamín con catorce, un benjamín con ocho licencias tramitadas y cuatro en espera, un equipo alevín mixto con ocho jugadores y tres pendientes de licencia, y un infantil con catorce futbolistas, de los cuales cuatro también aguardan la validación federativa.

A estos equipos de formación se suman las dos banderas del club: los conjuntos sénior masculino y femenino. Este último destaca por su carácter inclusivo, habiendo abierto las puertas a mujeres que nunca antes habían tenido la oportunidad de competir de manera federada. "Hemos recibido a mujeres, la mayor creo que tiene 45 años. Era una persona a la que le gusta mucho el fútbol y nunca ha tenido la oportunidad de poder participar así", ha comentado Ventura.

Los desafíos de la burocracia

Uno de los principales obstáculos que ha enfrentado el Kukuli ha sido la tramitación de las licencias para sus jugadores, en su mayoría de origen extranjero. Este proceso burocrático ha afectado directamente al rendimiento deportivo, especialmente en los inicios. "Los siete primeros partidos fueron prácticamente derrotas" ha admitido el presidente, debido a que no podían contar con toda la plantilla. El problema reside en la complejidad de los trámites.

"Lo que más tarda es cuando la Federación Española manda a preguntar si los chavales tienen licencia también hecha en su país. En recibir la respuesta, eso es lo que más tarda", ha detallado. A esto se suma la gran cantidad de documentación exigida. "Para hacer una ficha a un extranjero, te piden 40.000 cosas, que si contratos de trabajo, esto, lo otro... prácticamente, todos los documentos", ha añadido.

Más que un club, una familia

A pesar de las dificultades, el Kukuli ha logrado forjar una identidad que trasciende lo deportivo. El club se ha convertido en un núcleo social, una familia para muchos de sus integrantes que se encuentran lejos de sus países de origen. "Siempre hemos hecho eventos familiares para reunirnos todos los fines de semana. Es como decir una familia", ha señalado Aníbal. Esta cohesión ha sido fundamental para el crecimiento del proyecto, creando un ambiente de convivencia que incluye a los jugadores y a sus familias.

Aunque la mayoría de sus miembros son de origen latinoamericano, con una ligera predominancia de colombianos, el club está abierto a todos. "Tenemos un 15% de personas de aquí de Salamanca", ha especificado el presidente, quien ha lanzado un mensaje de bienvenida: "todos son bienvenidos aquí".

Mirando al futuro: aprender y crecer

Con una base ya consolidada, los retos del Kukuli para los próximos años están claros. Lejos de buscar una competitividad inmediata en las categorías inferiores, el objetivo es formativo. "Sabíamos que nos iba a costar bastante respecto al aprendizaje. No queríamos algo de demostrar competitividad ni nada, porque sabemos que son niños que es su primer año jugando", ha reflexionado Aníbal Ventura.

La filosofía del club se centra en la progresión y el desarrollo a largo plazo. "Lo que se trata es de aprender, aprender, y cada año, ir mejorando. Si van viniendo más chicos, más niños, encantados de la vida. Se trata de que este club crezca y siga progresando", ha concluido su presidente. Es la hoja de ruta de un club que, nacido de la amistad, ha encontrado en el fútbol una herramienta para construir comunidad y ofrecer oportunidades en Salamanca.