El rastrillo estará abierto hasta el 7 de diciembre para contribuir a 4 proyectos en países desfavorecidos
Con la bendición por parte del sacerdote Fernando Fuentes Moro, en la mañana del miércoles fue inaugurado el tradicional rastrillo solidario que organiza cada año por estas fechas la Delegación Diocesana de Manos Unidas en Ciudad Rodrigo, con el objetivo de recaudar fondos para los proyectos en zonas desfavorecidas del mundo con los que colabora la entidad.
Como el año anterior, el rastrillo tiene como escenario la propia sede de Manos Unidas en el Palacio Episcopal, donde hasta el domingo 7 de diciembre, de 11.00 a 14.00 y de 16.30 a 19.00 horas, se pueden encontrar objetos toda índole: discos, ropa, calzado, juguetes, libros, peluches, puzles, objetos de bisutería, imágenes religiosas, jabones, pequeños electrodomésticos, cuadros, productos de Comercio Justo, o productos con el emblema de Manos Unidas (como cuadernos, pinturas o calendarios).
Todo lo recaudado se sumará a lo conseguido en las distintas iniciativas solidarias llevadas a cabo por la Delegación Diocesana de Manos Unidas en Ciudad Rodrigo a lo largo de este 2025 (como la Operación Bocata), para sufragar 4 proyectos.
Por un lado, la promoción de entornos seguros para jóvenes en riesgo en Lamitan (Filipinas), mediante la realización en 4 escuelas de actividades de sensibilización sobre la paz y el buen gobierno. Por otro lado, el apoyo a la formación de jóvenes en el Centro Vicenta María de Beleko (Mali), mediante la instalación de 30 paneles solares y 6 baterías para garantizar el suministro de luz en este Centro, que acoge a 360 niños de 6 a 15 años.
En tercer lugar, se apoya el refuerzo de la educación y seguridad alimentaria en dos escuelas de niños vulnerables en Haití (con unos 100 alumnos), mediante nuevo material didáctico y pedagógico, y la instalación de una cocina, cría de aves y una cantina, para comer y así evitar el abandono escolar. Y por último, se contribuye al refuerzo pedagógico integral para la niñez y familias en San Juan, Managua (Nicaragua), a través del desarrollo humano de jóvenes y adultos para fortalecer sus valores éticos y prevenir la violencia social y familiar.