La lucha de Carlos Iglesias por su cine y cerrar heridas con ‘La Bala’, hoy en Peñaranda: "Ni el productor ni yo hemos cobrado"
El Teatro Calderón acoge a las 20 horas el estreno de este nuevo proyecto del actor y director, quién estará presente para compartir sus vivencias en la película
El cine, en su forma más pura, es un acto de fe y pasión. Es la historia de Carlos Iglesias, el actor y director que ha emprendido un viaje de miles de kilómetros para compartir su última película, 'La Bala', con el público. Este sábado, a las 20:00 horas, su recorrido hace una parada especial en el Teatro Calderón de Peñaranda, donde presentará un proyecto que busca dialogar y sanar, acompañado por su amigo Joaquín Fuentes, de la distribuidora salmantina Proyecfilm.
Lejos de la imagen preconcebida de alfombras rojas y glamour, la realidad de cineastas como Iglesias es una de esfuerzo y dedicación. 'La Bala' es el resultado de esa entrega, un filme que nace del deseo de abordar una de las heridas más profundas de la historia reciente de España: la memoria histórica. El propio director confiesa que "hacía ya mucho tiempo que quería hablar sobre el tema de las fosas comunes que tenemos", consciente de la delicadeza del asunto.
Para ello, Iglesias ha encontrado un enfoque único y conciliador, inspirado en la historia real de los hermanos Garrido, quienes viajaron hasta Rusia para recuperar el cuerpo de su tío, caído en la División Azul. El nexo de unión fue un objeto cargado de simbolismo: la bala que quedó alojada en la cadera del familiar. "Sabían exactamente a qué distancia había sido disparada y con qué arma. Eso me impresionó muchísimo", relata el cineasta.
'La Bala': una historia para sanar la memoria
Ese pequeño fragmento de metal se convirtió en la clave para construir un relato que tiende puentes. La película une la búsqueda de los familiares en el extranjero con la de aquellos que los buscan en las cunetas de su propio país. El objetivo, explica Iglesias, era crear un "discurso más equilibrado, y de alguna forma, que todas las partes o ninguna de ellas se pudiera sentir ofendida".
En 'La Bala', Carlos Iglesias asume la triple faceta de director, guionista y actor, una implicación total que define su manera de entender el cine. Recuerda cómo descubrió su vocación de director con su ópera prima, 'Un Franco, 14 pesetas', cuando el productor le animó a tomar las riendas. "A partir de que probé las mieles de la dirección, me di cuenta de que para tener el discurso que uno quiere, tienes que estar en el guion y en la dirección", afirma. Desde entonces, su compromiso con cada proyecto es absoluto.
El valor de la cercanía: un estreno de pueblo en pueblo
Llevar 'La Bala' a las salas ha sido un desafío en un mercado saturado, donde "en el mismo fin de semana se estrenan 19 películas". Sin embargo, lo que podría ser un obstáculo se ha convertido en una oportunidad para conectar directamente con el espectador. En esta misión, la colaboración con Joaquín Fuentes, a quien define como "un artesano de la distribución", ha sido fundamental.
Juntos han apostado por un modelo de estreno cercano, llevando la película a localidades como Peñaranda desde el primer día. Es una decisión que rompe con la dinámica habitual y que demuestra un profundo respeto por el público de todos los lugares. Este compromiso implica un gran esfuerzo personal para Iglesias, que recorrerá "del orden de 4.000 kilómetros" para defender su trabajo y sentir la reacción de la gente.
La mayor recompensa: el calor del público
A pesar de las dificultades de levantar un proyecto cinematográfico en España, donde "los actores tenemos un paro de un 83 por 100", la verdadera motivación de Iglesias reside en la conexión con la audiencia. El sacrificio, que ha llegado al punto de que "ni el productor ni yo hemos cobrado para poder hacer esta película", encuentra su sentido en la emoción compartida en la sala.
El director lo resume con una experiencia reciente que lo dice todo: "Ayer en Alcázar de San Juan, 450 personas de pie aplaudiendo al terminar la película. Fui el hombre más feliz del mundo". Ese aplauso, ese calor del público, es la recompensa que compensa años de trabajo y dedicación. Es la esperanza de que 'La Bala' impacte en la conciencia colectiva y aporte su "granito de arena para intentar llegar a un acuerdo" y, finalmente, "curar esa herida que tenemos desde hace tantísimo".
SESIONES 'LA BALA' TEATRO-CINE CALDERÓN
SABADO 22 DE NOVIEMBRE: 20:00h
DOMINGO, 23 DE NOVIEMBRE: 20:00h
LUNES, 24 DE NOVIEMBRE: 20:30h
