Irueña frenó el caudal del Águeda de 300 a 1 metro cúbico por segundo
El pantano no sobrepasó los 225 m3/s de agua desembalsada para “proteger” Ciudad Rodrigo
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha hecho balance del primer episodio de avenidas del Año Hidrológico 2025/2026 (que arrancó el 1 de octubre) que sufrieron los ríos de la Cuenca del Duero la semana pasada (especialmente entre el jueves y el viernes), a raíz del paso por la Península Ibérica de la borrasca denominada Claudia.
En total, la CHD tuvo que emitir hasta 55 avisos hidrológicos por riesgo de inundación, varios de ellos relativos a los ríos Agadón, Mayas y Águeda de la comarca mirobrigense, ya que los lugares más afectados en el conjunto de la Cuenca por las precipitaciones de la borrasca Claudia fueron las cabeceras de los ríos Tormes y Águeda. En concreto, en la cabecera del Águeda llegaron a caer 100 litros por metro cuadrado en apenas 24 horas.
Según explica con datos la CHD, la presa de Irueña tuvo un papel “decisivo” para laminar la avenida y evitar daños en las poblaciones situadas aguas abajo. En concreto, Irueña registró un caudal punta de entrada de agua de más de 300 metros cúbicos por segundo, pero únicamente estuvo desembalsando 1 m3/s, lográndose una “laminación absoluta de la Avenida”. Obviamente, esto ha provocado un notabilísimo aumento del agua almacenada, pasando Irueña de 38 hectómetros cúbicos hasta el pasado jueves a 66 en la actualidad.
Mientras tanto, el pantano del Águeda afrontó una situación “más compleja”, según la CHD, debido a la aportación del río Agadón, con una punta cercana a los 400 metros cúbicos por segundo. El pantano llegó a desembalsar un máximo de 225 m3/s, “siempre por debajo” del umbral de aviso amarillo, para así “proteger” especialmente a Ciudad Rodrigo, cuyo umbral de aviso rojo se sitúa en 300 m3/s. En conjunto, se lograron “contener” avenidas con puntas de hasta 700 m3/s durante la madrugada del 14 de diciembre.
