La inaccesibilidad al alquiler está provocando una compra forzosa, pero la oferta es casi inexistente, según Manuel Arias, presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Salamanca; la solución, movilizar los miles de pisos que están vacíos
El mercado de la vivienda en Salamanca vive una profunda paradoja. Mientras las tasadoras no dan abasto y las operaciones de compraventa se cierran a un ritmo vertiginoso, las agencias inmobiliarias afrontan una crítica escasez de producto. La raíz de esta compleja situación no se encuentra en el sector de la venta, sino en su anverso: un mercado del alquiler prácticamente inaccesible que está empujando a los salmantinos a una compra forzosa.
Así lo ha explicado Manuel Arias, presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Salamanca, quien ha desgranado las claves de un sector tensionado por una "demanda aplastante". Se trata de una intensidad que, según confirman las propias empresas del sector, sitúa a Salamanca y Valladolid como los mercados más dinámicos, muy por encima de la sensación que se percibe en el resto de Castilla y León.
Según Arias, este auge en el cierre de operaciones de venta tiene un catalizador claro. "Como está tan inaccesible la vivienda en alquiler, la gente se está decantando por la compra", afirma. La dificultad para encontrar un alquiler para vivienda habitual es doble: los precios son elevados y la competencia entre los demandantes es feroz, lo que reduce drásticamente las probabilidades de éxito.
Esta situación ha llevado a muchos a un punto de desesperación. Ante la imposibilidad de alquilar, los potenciales inquilinos se ven abocados a explorar la compra, recurriendo a avales familiares -ya que los avales públicos, según Arias, no están teniendo un impacto tan significativo como se podría pensar-, préstamos más arriesgados o buscando tasaciones más altas para conseguir la financiación necesaria, llegando incluso a solicitar a las agencias la posibilidad de elegir ellos mismos a la empresa tasadora. El cálculo, aunque forzado, es lógico para muchos: "El precio de la letra hipotecaria a 30 años es más bajo que el alquiler", señala.
El origen del colapso en el mercado del alquiler reside, en gran medida, en la percepción de los propietarios. Manu Arias relata el caso de un cliente, heredero de un piso en una céntrica calle de Salamanca, que refleja una tendencia generalizada. Existe "mucho miedo a meter familias" por una supuesta inseguridad jurídica, alimentada por una "mala prensa" que, según él, no se corresponde con la realidad de Salamanca.
Este temor provoca que muchos dueños descarten explícitamente a trabajadores o familias que buscan una vivienda habitual y prefieran perfiles como estudiantes o residentes de paso. La consecuencia directa es que el problema se traslada al sector de la compraventa, pero de una forma inesperada. Lejos de vivir un momento dorado, las inmobiliarias se enfrentan a su mayor reto: la falta de producto. "Igual que antes te costaba vender un piso, pues ahora lo que te cuesta es adquirir un piso para que nosotros lo podamos gestionar", explica.
Ante la pregunta de cómo solucionar esta falta de oferta, Manu Arias descarta la construcción masiva como una solución efectiva. Aunque señala que ya se ven algunas nuevas promociones, advierte que en una ciudad con una población envejecida y sin relevo generacional, construir de forma desmedida es "pan para hoy y hambre para mañana". Una sobreoferta futura podría desplomar el valor de los inmuebles.
Arias subraya que las soluciones no pueden ser universales, ya que la realidad de Salamanca es muy distinta a la de grandes capitales. "Muchas veces las políticas se hacen a nivel nacional y no se piensa en las problemáticas de cada una de las provincias", critica. La verdadera solución, en su opinión, pasa por incentivar la salida al mercado de las miles de viviendas que permanecen vacías.
"El alquiler te regula la venta automáticamente", sentencia. Arias invita a una reflexión: "Piensa en tu edificio, donde tú vives, a que hay algún piso vacío". La realidad, ha asegurado, es que en casi todos los inmuebles de la ciudad hay viviendas cerradas, a menudo por propietarios sin necesidad económica que no se atreven a alquilar por miedo.
La Asociación de Inmobiliarias de Salamanca, integrada en la Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) a nivel nacional, agrupa a 65 agencias y representa aproximadamente al 50 % del sector en la provincia. Su objetivo prioritario es la profesionalización, buscando garantizar que cualquier ciudadano reciba un asesoramiento formado y riguroso.
Para ello, impulsan iniciativas clave como la creación de una Formación Profesional (FP) específica para agentes inmobiliarios y la implantación de un registro de agencias en la Junta de Castilla y León. "El sector no está regulado, entonces no se nos pide nada", lamenta Arias. Esto permite que "cualquiera intermedie en operaciones" de gran valor sin la formación ni las garantías necesarias, como un seguro de responsabilidad civil.
Además de las reivindicaciones, la asociación ha desarrollado herramientas propias para fortalecer al sector local. Un ejemplo es su portal inmobiliariasalamanca.org, una plataforma que agrupa la oferta de sus asociados con un objetivo estratégico claro: "no depender tanto de portales inmobiliarios externos", como Idealista o Fotocasa, ganando así autonomía y visibilidad.
La asociación mantiene una buena sintonía con la administración, como ha demostrado la colaboración con María Pablo, directora general de Vivienda de la Junta. Sin embargo, Arias reconoce que el camino no siempre es fácil. "Cuesta mucho que razonen que las propuestas que tú haces no son egoístamente para tu negocio. Muchas veces lo pueden ver desde un modo mercantilista", explica, subrayando que su objetivo es "aportar y que sea bueno para la ciudadanía".
A pesar de que los procesos son lentos, su voz se escucha. Los próximos 11 y 12 de diciembre, la asociación celebrará un congreso en la Cámara de Comercio que reunirá a unas 130 inmobiliarias (https://www.inmonavidad.com/), un evento que servirá para seguir fortaleciendo un sector que busca, ante todo, ser parte de la solución al complejo puzle de la vivienda en Salamanca.