A la hora de elegir una residencia de mayores en Salamanca, hay que decantarse por centros que fomenten la actividad física y la socialización
El envejecimiento de la población avanza es una realidad en España. Según los últimos datos del INE, el porcentaje de población de 65 años y más, que actualmente se sitúa en el 20,4% del total, alcanzará un máximo del 30,5% en torno a 2055, siendo Castilla y León una de las comunidades con mayor proporción de personas mayores, solo por detrás de Asturias y Galicia. En concreto, la región cuenta con 142 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16.
Esta realidad está llevando tanto a las administraciones públicas como a los profesionales sanitarios a fomentar el envejecimiento activo entre los mayores y cambiar la forma de entender esta etapa. Algo que la población mayor ha empezado a asumir desde hace tiempo. Vivir más años ya no es el único objetivo; lo importante es vivir mejor.
Una mentalidad que también debe influir a la hora de escoger una residencia de mayores en Salamanca. Cada vez es más importante que esos centros adapten su oferta y servicios a las personas, promoviendo la autonomía y la participación social. En la actualidad, estos espacios deben convertirse en lugares que, además de cubrir las necesidades básicas, garanticen la calidad de vida, el bienestar emocional y acompañamiento humano.
Por ello, cada vez más, estas residencias para mayores apuestan por incluir programas que promueven la salud física, mental y emocional. Personal cualificado, espacios adaptados y terapias no farmacológicas forman parte de esta oferta que tiene el objetivo de promover un envejecimiento activo y saludable. La misión: lograr que los mayores mantengan su independencia el mayor tiempo posible.
El envejecimiento activo es un proceso que combina ejercicio, alimentación equilibrada, estimulación cognitiva y relaciones sociales. Además de prevenir enfermedades, la práctica de deporte y el mantenerse activo también fortalecen la autoestima y la capacidad de decisión de las personas mayores.
En Salamanca, muchos centros, como la residencia Albertia Babilafuente, aplican este enfoque mediante ejercicios, fisioterapia, talleres cognitivos y dinámicas sociales. Un modelo que ha demostrado mejorar el estado de ánimo, reducir la dependencia y fomentar el sentido de pertenencia. La práctica regular de actividades físicas evita el deterioro funcional y contribuye a una mayor autonomía personal.
Entre los principales beneficios de practicar ejercicio en esta etapa de la vida, podemos destacar:
Residencia Albertia Babilafuente: atención centrada en la persona
En este contexto social, la residencia Albertia Babilafuente se ha consolidado como un referente en la provincia de Salamanca. Ubicada a tan solo 16 kilómetros de la capital, ofrece un entorno natural y tranquilo en plena comarca de Las Villas. Este centro, con 100 plazas, combina unas instalaciones modernas con un equipo multidisciplinar altamente cualificado.
Su modelo de atención se basa en la personalización. Cada residente cuenta con un plan de cuidados y una historia de vida individualizada. De esta manera, las rutinas, terapias y actividades se adaptan a las necesidades, gustos y ritmo de cada persona. Entre sus servicios destacan la fisioterapia, la terapia ocupacional, la rehabilitación, la estimulación cognitiva y el entrenamiento de la memoria.
Además, el centro apuesta firmemente por las terapias no farmacológicas, como la musicoterapia, la arteterapia, el baile terapéutico o las salidas. Así, promueve el envejecimiento activo entre los usuarios. Tal y como explican desde la dirección, “nuestro objetivo es maximizar el bienestar emocional y físico de los mayores, potenciando su autonomía y evitando la dependencia innecesaria.”
No cabe duda de que el envejecimiento activo es una meta colectiva que requiere la implicación de profesionales, familias y sociedad. Para conseguirlo, la promoción del deporte y de hábitos saludables para mayores, la modernización de servicios y la apuesta por modelos de atención centrados en la persona son pasos esenciales.
Por ello, a la hora de elegir una residencia de mayores en Salamanca, hay que decantarse por centros que fomenten la actividad física y la socialización. Es fundamental para conseguir que nuestros mayores tengan una vida plena y satisfactoria en esta etapa de su vida con una combinación adecuada de ejercicio, atención personalizada y un entorno social enriquecedor.