El servicio, en marcha desde el 15 de septiembre, ofrece cuidados de la misma calidad que en el centro, pero en el entorno del paciente, con una acogida unánimemente positiva
La nueva Unidad de Hospitalización a Domicilio (HAD) del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca está transformando la manera de entender el ingreso hospitalario. Desde su puesta en marcha el pasado 15 de septiembre, el servicio ya ha atendido a 18 pacientes, permitiéndoles recibir cuidados de nivel hospitalario en la comodidad y calidez de sus hogares.
Un total de 5 enfermeras y 3 médicos forman parte de este novedoso servicio y que nos reciben en su unidad, ubicada en la planta baja del CAUSA. Se trata de Sandra Inés Revuelta, internista y coordinadora médica de la unidad; Cristina Martín, jefa de unidad de enfermería del Servicio de Medicina Interna; MªJosé Pérez Martín, enfermera; Víctor Vega, médico del HAD, Aitor Dávila, médico del HUD, Sonsoles Muñoz, enfermera del HAD, Elena Gallego, Cristina Martín y Belén Borrego. Junto a ellos también José Ángel Martín, jefe de servicio de Medicina Interna que también está en el programa..

La acogida, tanto por parte de los usuarios como de sus familias, ha sido excepcional, como refleja una de las frases que ha recibido el equipo: "¿Qué tenemos que hacer? No queremos volver al hospital, siempre quedarnos así", expresan.
Este modelo asistencial, aunque novedoso en la provincia, cuenta con una larga trayectoria en otros territorios. "La idea no es una cosa nuestra, es una modalidad de hospitalización que está establecida hace muchísimos años", explica Sandra, coordinadora médica de la unidad. El objetivo es claro y se centra en mantener la máxima calidad asistencial fuera de los muros del hospital. Un servicio que "se puede llevar a cabo gracias al engranaje de muchas personas y servicios, cuya colaboración es indispensable como el Servicio de Farmacia, ambulancias o admisión, entre otros", explican los profesionales.
En palabras de Cristina Martín, jefa de unidad de enfermería, la misión es "brindar esos cuidados hospitalarios, pero en el domicilio del paciente, con cuidados seguros, de la misma calidad, eficientes, equitativos, y en un entorno mucho más cómodo y humano", explica.
El servicio ha atendido a pacientes con patologías diversas, desde procesos infecciosos que requerían antibiótico intravenoso hasta descompensaciones de enfermedades crónicas como insuficiencia cardiaca o respiratoria, entre otras. Los pacientes han sido derivados desde Urgencias, distintas plantas del hospital o el hospital de día.
El acceso a la Hospitalización a Domicilio se basa en una serie de criterios rigurosos para garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento. La premisa fundamental, según recalca el equipo, es que el paciente debe tener criterio de ingreso hospitalario. No se trata de una asistencia domiciliaria convencional, sino de una hospitalización en toda regla.
Además de la necesidad clínica de ingreso, se evalúan otras condiciones indispensables:
Aunque la limitación geográfica pueda parecer restrictiva, cubre una parte muy significativa de la población. "Salamanca y 6 kilómetros cubren más del casi el 60 por 100 de la población de la provincia", señala la coordinadora médica.
Según datos del INE manejados por el equipo, esto se traduce en una población diana de casi 189.000 personas, incluyendo municipios del alfoz como Villares de la Reina, Villamayor, Aldeatejada, Cabrerizos o Santa Marta de Tormes.

En su primer mes y medio de funcionamiento, la unidad ha demostrado su efectividad. De los 18 pacientes tratados, prácticamente todos han resuelto su proceso agudo en casa y han recibido el alta en su propio domicilio, sin necesidad de reingresar en el hospital. Un dato técnico relevante es que aproximadamente el 60 % de los casos han sido de "evitación de ingreso", es decir, pacientes que han ido directamente de Urgencias a su casa sin ocupar una cama hospitalaria convencional.
La percepción de los usuarios ha sido unánimemente positiva. "Nos han transmitido todas las familias y todos los pacientes que están muy, muy agradecidos y muy contentos, y que repetirían, sin lugar a dudas", afirma Aitor Dávila, uno de los médicos del equipo. Esta satisfacción se extiende a los profesionales, que valoran la cercanía y la calidad de la atención que pueden prestar.
Los beneficios del modelo son múltiples. Para el paciente, supone un mayor bienestar emocional y físico, una atención más personalizada y un menor riesgo de infecciones hospitalarias. Para la familia, implica una mayor implicación en los cuidados y una reducción de desplazamientos. Y para el sistema sanitario, se traduce en una descongestión de las plantas del hospital, un modelo sostenible y estable y una optimización de los recursos.
El equipo de HAD, formado por médicos y personal de enfermería, cuenta con un vehículo equipado para realizar las visitas y tratamientos que hemos explicado en este reportaje. La jornada comienza con una llamada a los domicilios para conocer la evolución nocturna y priorizar la ruta según criterios clínicos y geográficos.
La comunicación con el paciente y el cuidador es constante, ya que es beneficioso y promordial para el paciente pero también por la importancia de cuidar al cuidador. Disponen de un teléfono de contacto operativo de 8:00 a 22:00 horas, los 365 días del año. Además, el equipo de enfermería realiza una llamada de control todas las tardes para asegurar una supervisión continua. "Si se ha hecho un pase de visita correcto por la mañana y por la tarde una valoración de enfermería correcta, la situación de enfermedad por la cual está ingresado no debería generar por la noche un problema", detalla Sandra. Por la noche si hay algún problema, se ponen en contacto con el 112.
Este contacto directo permite un trato diferente al del entorno hospitalario. "Es un trato familiar, es profesional, sobre todo, pero también es muy muy directo, muy cercano", comenta María José Pérez, enfermera de la unidad. Entrar en el hogar del paciente permite al equipo sanitario captar detalles del entorno físico y humano que son cruciales para la recuperación.

El empoderamiento del paciente y del cuidador es otro pilar fundamental del servicio. El equipo les adiestra en el manejo de dispositivos como infusores, bombas de medicación o la administración de insulina. "Les empoderamos mucho para que se cuiden", recalca Cristina Martín, dándoles un papel activo en su proceso de recuperación.
Con una acogida tan favorable, el futuro del servicio parece encaminado al crecimiento. "En cualquier sitio donde ha empezado a funcionar, ha crecido, porque la sociedad ha cambiado", reflexiona la coordinadora médica. El equipo insiste en que este modelo ya no debe considerarse una simple alternativa. "No es una alternativa, es una hospitalización más. En Castilla y León nos queda muchísimo recorrido", concluye.
La experiencia de Salamanca se suma así a las ya existentes en otras provincias de la comunidad como Zamora, Burgos, Valladolid o el área de Ponferrada, consolidando un modelo asistencial que prioriza la humanización y la eficiencia de los cuidados.