VÍDEO y FOTOS | Abrazos y emoción en el regreso de Julio Norte a clase tras un mes en el lecho del dolor

El novillero salmantino Julio Norte ha regresado este lunes a las aulas del Colegio Montessori de Salamanca, donde cursa 2º de Bachillerato. Sus compañeros y profesores le han recibido con una calurosa ovación y abrazos emocionantes más de un mes después de la grave cogida que sufrió en la plaza de toros de San Agustín de Guadalix (Madrid) el pasado 22 de septiembre.

Este lunes marca un punto de inflexión en la recuperación del joven. Tras semanas de hospitalización y convalecencia en casa, su vuelta al centro educativo supone un paso más hacia la normalidad. Un regreso cargado de emoción que ha llenado de alegría y sorpresa los pasillos del colegio.

El percance le obligó a un largo y difícil periodo de recuperación, un tiempo que él mismo ha descrito como solitario. Por ello, el reencuentro con su entorno académico es fundamental para su estado anímico. "La verdad que es un gran paso porque paso de estar en el hospital y en casa prácticamente solo a retomar las clases junto a mis amigos y compañeros. Todo este mes que he pasado ha sido un poco deprimente", ha confesado el novillero. Visiblemente emocionado, Julio Norte ha destacado la importancia de recuperar su rutina en el día a día.

A la espera de un último paso

Julio Norte asegura encontrarse "mucho mejor, ya casi totalmente recuperado". A día de hoy, su estado de salud es muy bueno, aunque todavía afronta el último escollo de su convalecencia. "Estoy a la espera de que me quiten la sonda urinaria, pero estoy prácticamente al 95% y deseando poder volver a entrenar con total normalidad", ha explicado.

Este elemento es actualmente el principal obstáculo en su vida cotidiana. "Es lo más molesto porque me impide mucha movilidad y porque dependes de una bolsa", ha detallado. Una vez superado este trámite en los próximos días, podrá intensificar su preparación física.

El apoyo académico, clave durante la convalecencia

Pese a la obligada ausencia, el joven no ha descuidado sus responsabilidades académicas. Durante este tiempo, ha contado con el apoyo incondicional de la comunidad educativa del Colegio Montessori para poder seguir el ritmo del curso. "Mis tutores, los profesores y compañeros de clase me han ido mandando los trabajos, ejercicios y han estado pendientes de mí en todo momento y la verdad que se lo agradezco mucho", ha señalado. Ahora, el ambiente del colegio se presenta como la mejor terapia para completar su recuperación. "Me rodeo de personas que quiero, que me ayudan, que me apoyan. Me va a ayudar favorablemente a todo, a volver a ser yo", ha afirmado con convicción.

La temporada ha sido para Julio Norte un reflejo de la dualidad de la tauromaquia, con grandes éxitos y un final tempranero por inesperado y doloroso. "Ha sido un año que ha habido de todo", ha reflexionado. La magnitud del percance, por su gravedad, superó lo que podía imaginar. "No me esperaba esta magnitud de mi primer percance, pero creo que lo he afrontado bien", ha manifestado. Lejos de desanimarse, la experiencia parece haber reforzado su vocación y su determinación. "Esto no me desanima, al revés, me vengo arriba porque cuento sobre todo con el cariño de la gente, de la afición, de mi familia y de mis amigos".

La mirada puesta en los ruedos: "Cuando vuelva, me pondré en el mismo sitio"

Con la recuperación muy avanzada, su pasión ya le empuja a retomar el contacto con los trastos. Aunque sus allegados intentan frenar su ímpetu, Julio Norte ya ha comenzado a entrenar de forma suave. "Me quieren sujetar pero yo me intento escapar un poquito", ha comentado entre risas. "He empezado el otro día con mi hermano a torear de salón, a probarme y a ver si me pesan los trastos".

La prueba ha sido una inyección de moral. "He comprobado que no me pesan y que no se me ha olvidado torear", ha asegurado. Su mensaje para la afición es de una firmeza absoluta: "La temporada iba fenomenal, me estaba poniendo en un sitio que yo era consciente de que podía llegar la cornada, pero que no quepa duda que cuando vuelva me voy a volver a poner en el mismo sitio", ha sentenciado.

El reencuentro en el colegio ha sido un reflejo del cariño que le profesan sus compañeros, cuyas caras de sorpresa y alegría lo decían todo. "Yo creo que la ilusión de mis compañeros y profesores se ha visto, que se le han alegrado las caras, se han sorprendido, y, bueno, pues la mía también me la han alegrado", ha concluido, feliz de volver a ser, simplemente, uno más.

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