"El sector de la fontanería vive en Salamanca una situación óptima pero con falta de empleados cualificados'

El sector de la fontanería, la calefacción y el gas en Salamanca afronta una marcada paradoja con la llegada de las bajas temperaturas: la demanda de servicios se dispara, pero la escasez de mano de obra cualificada impide a las empresas atender todo el volumen de trabajo. El presidente de la Asociación de Empresarios Salmantinos de Fontanería y Calefacción (AESFONCA), José María García, advierte sobre los riesgos del intrusismo laboral y hace un llamamiento a la unión de los profesionales para fortalecer el gremio.

Con el descenso del termómetro, las averías y los nuevos proyectos se multiplican, creando un escenario de gran actividad. Sin embargo, esta bonanza choca con una realidad que frena el potencial de las empresas. "El sector, a decir verdad, se encuentra en una situación óptima, con la desventaja de no poder encontrar profesionales, o sea, empleados para poder atender todas las necesidades que tenemos cada empresa", explica García.

Este desequilibrio entre una alta demanda y una oferta insuficiente de trabajadores obliga a las compañías a gestionar sus recursos al límite. La consecuencia directa es un aumento en los tiempos de espera, una circunstancia que, según el presidente de AESFONCA, los clientes empiezan a comprender. "Los clientes ya se van haciendo a la idea de que la situación está como está y no queda otra, o las previsiones se hacen con más tiempo, o si no, pues luego en cuanto se le pueda atender, se le atiende", comenta.

Las empresas del sector se ven forzadas a "seguir aguantando el chaparrón" como mejor pueden, llegando hasta donde sus recursos humanos les permiten. La búsqueda de personal se ha convertido en una misión casi imposible, ya que la escasez es un problema generalizado que afecta a todas las compañías por igual.

A la falta de personal cualificado se suma otro problema que pone en riesgo tanto la seguridad de los usuarios como la reputación de los profesionales: el intrusismo laboral. Aunque José María García señala que es un fenómeno que se da "cada vez menos, gracias a dios", todavía persiste la actividad de personas que realizan trabajos para los que no tienen la preparación necesaria.

El presidente de AESFONCA describe a estos operarios como "empresas más bien clandestinas que no están al día". Advierte que "se arriesgan a hacer una serie de trabajos que creemos que ellos creen que sí los pueden realizar y luego resulta que no, porque no están ni preparados ni saben ni documentados de ningún tipo". Esta falta de capacitación puede acarrear graves consecuencias, desde instalaciones defectuosas hasta serios problemas con la administración o las empresas distribuidoras, especialmente en el ámbito del gas.

García insiste en que la aparente ventaja económica de contratar a personal no cualificado suele derivar en un coste mucho mayor. "Te pensabas ahorrar un dinero y no es tal cosa, ¿por qué? Porque lo más importante es coger profesionales cualificados y que estén totalmente en regla para que haya unas responsabilidades", subraya.

Lejos de ser un oficio sencillo, el sector de la fontanería y la calefacción es uno de los más regulados, lo que exige una formación continua para garantizar la seguridad y la correcta ejecución de los trabajos. "Es de las principales profesiones que más reglamentación tenemos en el ámbito de todo, empezando por el agua, que pueda ser lo más sencillo, y terminando por el gas y la calefacción y la climatización", detalla García.

Esta normativa, además de estar en constante evolución, puede variar entre comunidades autónomas, que a menudo imponen requisitos adicionales todavía más estrictos. Estar al día de todos estos cambios es fundamental para ejercer la profesión con todas las garantías.

La solución, en el asociacionismo: "Es cada vez más necesario"

Ante este complejo panorama, la principal reivindicación de José María García no se dirige a la administración, sino a sus propios compañeros de profesión. Su mensaje es una clara llamada a la unidad y a la colaboración. "La mayor reivindicación que tenemos es que los profesionales se conciencien de que cada vez es mucho más necesario el asociacionismo", afirma con rotundidad.

Según explica, la asociación ofrece un respaldo fundamental para el día a día, especialmente en un contexto de tanto trabajo que apenas deja tiempo para otras gestiones. AESFONCA asesora en materia de reglamentación y normativas, y actúa como interlocutor con organismos como la delegación de Industria o las empresas distribuidoras, facilitando la labor de sus asociados.

"Como tienes mucho trabajo, no tienes tiempo de atender todo ese tipo de cosas, para eso está la asociación, para poder apoyar y ayudar a todo el profesional y que nos hagamos notar de que realmente somos profesionales", concluye García, extendiendo una invitación a todos los trabajadores del sector a informarse sobre las ventajas de unirse en un momento clave de oportunidades y desafíos.