Jorge García: "Este es el Salamanca UDS que queremos ver. Es el mejor partido de lo que llevamos"

“Este es el Salamanca que queremos ver”. Con la rotundidad de quien ha visto plasmado en el césped el trabajo de toda una semana, Jorge García, técnico del Salamanca UDS, ha comparecido ante los medios con una satisfacción que trascendía el 2-1 final contra la Sarriana. No era solo la alegría por tres puntos más, la tercera victoria consecutiva, sino la confirmación de una identidad, de un estilo y de una mentalidad que empiezan a ser la firma de este equipo. Un equipo que, en palabras de su entrenador, ha jugado “el mejor partido que llevamos hasta ahora” y que ha merecido el triunfo “desde el principio hasta el final”.

La victoria, sellada una vez más en los minutos finales, no ha sido fruto de la casualidad, sino de una filosofía que el cuerpo técnico se esfuerza por inculcar. Una de las claves, quizás la más reveladora, ha sido la diversión. Lejos de la tensión y la presión que a menudo atenazan a los equipos, el Salamanca UDS parece haber encontrado en el disfrute su mejor arma. “Cuando un equipo se divierte, cuando los jugadores dentro del campo se divierten, cuando el cuerpo técnico, a pesar del sufrimiento, nos divertimos, creo que las cosas salen fluidas”, ha confesado García. Esa alegría en el juego se traduce en confianza, en creatividad y en una fe inquebrantable en el plan de partido, incluso cuando el gol se resiste.

La fortaleza de un banquillo decisivo

Si hay un patrón que se ha repetido en las últimas jornadas, es la capacidad del Salamanca UDS para resolver los partidos desde el banquillo. De nuevo, un jugador de refresco ha sido el encargado de desatascar el encuentro y dar los tres puntos al equipo. Lejos de ser un hecho aislado, para Jorge García es la prueba definitiva de la implicación de toda la plantilla. “Otra vez nos vuelve a dar la victoria un jugador que entra de banquillo”, ha destacado el técnico, subrayando el valor de la unidad del grupo.

El entrenador ha tenido palabras de elogio para el autor del gol, un futbolista que, según ha descrito, “pelea todos, todos, todos los días, por entrar en el 11, por entrar en convocatoria, no relaja en un momento, es profesional”. Este reconocimiento público no solo premia el esfuerzo individual, sino que envía un mensaje claro al vestuario: cada jugador es fundamental. “Que nos sumen los que menos poder tienen o los que vienen de abajo, también es muy bueno para la plantilla”, ha añadido, reforzando la idea de un colectivo donde el mérito y el trabajo diario tienen su recompensa.

Valentía y paciencia: las señas de identidad

Durante el tramo final del partido, con el empate en el marcador, el cuerpo técnico no ha dudado. En lugar de protegerse, ha arriesgado, introduciendo cambios ofensivos para buscar la victoria. Una decisión que Jorge García ha definido como un acto de valentía. “El cuerpo técnico, somos valientes, queremos ir a ganar cada partido, y creo que no nos va a temblar la mano en ningún caso, en ningún cambio, en ninguna decisión”, ha afirmado con convicción. La entrada de una doble punta, de jugadores creativos por dentro y desequilibrantes por fuera, ha sido una declaración de intenciones que ha terminado por decantar la balanza.

Esta audacia se complementa con una paciencia estratégica. El equipo ha sabido madurar el partido sin caer en la frustración. “No hemos caído en esa frustración, en ese ir rápido hacia el gol, creo que hemos construido, hemos tenido paciencia”, ha explicado el técnico. Esta madurez es la que permite al Salamanca UDS desgastar a sus rivales. El estilo de posesión obliga a los contrarios a un gran esfuerzo físico y mental, una estrategia que García ha descrito gráficamente: “Por acoso y derribo, lo estamos consiguiendo al final”. Ganar en los últimos minutos ha dejado de ser una anécdota para convertirse en una seña de identidad, la prueba de un equipo con una fe y una preparación extraordinarias.

Con la vista puesta en Numancia

A pesar de la euforia contenida, el mensaje del entrenador ha sido claro: no hay tiempo para la autocomplacencia. “No nos podemos quedar aquí. Creo que este grupo, tanto humanamente como futbolísticamente, tiene mucho que dar, entonces toca seguir apretando”, ha advertido. La rueda de prensa también ha servido para celebrar el regreso de Dani, a quien ha calificado como “una pieza muy importante en el grupo” y cuyo retorno suma un efectivo más a la causa.

Tras el gran esfuerzo, la plantilla disfrutará de dos merecidos días de descanso, un premio que el propio técnico ha confirmado. Pero el trabajo no se detiene para el cuerpo técnico, que ya tiene la mente puesta en el próximo desafío. “Nosotros a pensar en el próximo domingo”, ha concluido García, consciente de la dificultad del siguiente rival. El Numancia en Soria se presenta como “un hueso muy duro”, una prueba de fuego para calibrar el verdadero potencial de este Salamanca que ha aprendido a divertirse, a creer y, sobre todo, a ganar.