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"Ser el primer deportista investido de doctor honoris causa en la Universidad más antigua de España es un grandísimo honor"
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Declaraciones de Rafael Nadal en Salamanca

"Ser el primer deportista investido de doctor honoris causa en la Universidad más antigua de España es un grandísimo honor"

Actualizado 03/10/2025 15:31

Visiblemente emocionado, el tenista ha agradecido el reconocimiento con humildad y ha destacado el poder del deporte como herramienta de unión en la sociedad actual

En el corazón de la historia académica de España, entre los muros centenarios del Paraninfo de la Universidad de Salamanca, una figura acostumbrada a la tierra batida y a las pistas rápidas ha cambiado la raqueta por la medalla y el birrete. Rafael Nadal Parera, leyenda viva del tenis mundial, ha sido investido doctor honoris causa por la institución universitaria más antigua del país, un reconocimiento que trasciende sus innumerables victorias deportivas para celebrar los valores, el esfuerzo y el comportamiento que han definido su carrera.

Visiblemente emocionado y agradecido, Nadal ha confesado sentirse abrumado por la distinción. "Al final, ser el primer deportista investido de doctor honoris causa en la universidad más antigua de España, es un grandísimo honor", ha declarado a los medios tras la solemne ceremonia.

Una acogida inolvidable en Salamanca

El tenista mallorquín ha destacado el calor con el que ha sido recibido en la ciudad. Desde su llegada en la noche anterior, ha sentido el afecto de los salmantinos, un cariño que ha culminado en un acto que ha calificado de perfecto. "Me han tratado de la mejor manera posible, me han recibido con muchísimo cariño, y aquí en la Universidad todo ha sido agradable, emotivo, solemne, muy perfecto", ha asegurado. Para Nadal, la jornada ha sido "un día muy, muy bonito, inolvidable", una experiencia que está seguro de que tanto él como su equipo y su familia han disfrutado intensamente.

Cuando se le ha preguntado si dudó en aceptar la propuesta, su respuesta ha sido rotunda. "No, la verdad que no hay mucho que pensar cuando una institución como la Universidad de Salamanca, con lo que representa para la historia de España y del mundo, te lo propone", ha afirmado. Lejos de verlo solo como un premio, Nadal lo asume como un compromiso. "Después es una responsabilidad, sin ninguna duda, pero intentaré, como siempre, ser yo mismo, hacer las cosas lo mejor que pueda y honrar este nombramiento con el comportamiento".

"Ser el primer deportista investido de doctor honoris causa en la Universidad más antigua de España es un grandísimo honor" | Imagen 1

El deporte como pilar en un mundo polarizado

Uno de los momentos más profundos de su intervención ha llegado al reflexionar sobre el papel del deporte en la sociedad actual, un tema que ya había esbozado en su discurso de aceptación. Nadal ha defendido el deporte como una herramienta de cohesión fundamental en tiempos de división. "Yo creo que el deporte siempre ha sido un punto de unión. Al final, el deporte no entiende ni de clases sociales ni de ideas distintas", ha explicado con convicción.

Para el campeón de 22 Grand Slams, los valores intrínsecos a la competición deportiva pueden servir de inspiración para sanar fracturas sociales. Considera que el deporte, aplicado de manera correcta, "inspira, ilusiona y genera sensaciones positivas, tanto mentales como físicas, a las personas". En su opinión, ha jugado históricamente un "rol positivo en la sociedad, en los momentos de más dificultad", actuando como un entretenimiento y un faro de esperanza.

El peso de la historia y futuras colaboraciones

La experiencia en Salamanca no solo ha sido emotiva, sino también un profundo aprendizaje. Nadal se ha mostrado impresionado por la atmósfera del Estudio salmantino. "Se respira historia, la historia viva de nuestro país. Han pasado gentes tan importantes por este lugar y, de alguna manera, caminando aquí, en medio de estas paredes, se siente este peso de la historia", ha relatado. Su visita a la Biblioteca Antigua, con su "valor incalculable", le ha dejado una huella imborrable y la promesa de regresar con más calma para conocer una ciudad que le ha parecido "preciosa".

Ante la posibilidad de futuras colaboraciones con la USAL, sugerida por el propio rector, Nadal se ha mostrado abierto pero cauto, prefiriendo centrarse en el presente. "Hoy es un día que es bonito vivirlo como lo he vivido y lo que pueda pasar en el futuro ya lo hablaremos", ha comentado diplomáticamente, dejando la puerta abierta a que su vínculo con la institución pueda fortalecerse en el futuro.

El reconocimiento, ha concluido, va más allá de lo profesional. "Para eso tengo los trofeos en casa", ha bromeado. Este doctorado es, para él, una "gran satisfacción personal", un premio "a nivel humano y personal" que reconoce una forma de entender la vida y la competición. Un honor que, junto al birrete y la medalla, guardará "en un lugar destacado" dentro de sus memorias, como símbolo de un día en que el campeón de la pista se convirtió, oficialmente, en doctor en el templo del saber.