Salamanca mantiene un ritmo de creación de empresas similar al de hace una década, con 38 nuevas sociedades en julio, sin embargo, la inversión inicial se ha desplomado un 61,6% en el mismo periodo y en el último año han aumentado los cierres un 57%
El pulso empresarial de Salamanca muestra una paradoja reveladora: la provincia mantiene una capacidad para crear nuevas empresas similar a la de hace diez años, pero los proyectos que nacen lo hacen con una fortaleza financiera significativamente menor. Según los últimos datos sobre sociedades mercantiles correspondientes a julio de 2025, el número de nuevas constituciones es casi idéntico al de 2015, pero el capital inicial invertido se ha desplomado más de un 60%.
Este análisis a largo plazo contrasta con una coyuntura más inmediata de luces y sombras. Si bien la creación de empresas aguanta el pulso interanual, se observa un frenazo respecto al mes anterior y un preocupante aumento en el número de disoluciones, lo que configura un panorama complejo para el tejido económico salmantino.
La comparativa con julio de 2015 ofrece la perspectiva más elocuente sobre la evolución del emprendimiento en Salamanca. Este pasado mes de julio se constituyeron 38 nuevas sociedades, una cifra muy similar a las 36 que nacieron en el mismo mes de 2015. Esta estabilidad en el número de iniciativas demuestra una resiliencia notable en el espíritu emprendedor de la provincia.
Sin embargo, la diferencia fundamental reside en la inversión. El capital suscrito para la creación de estas empresas ha sufrido una caída del 61,6% en una década, pasando de los 2,15 millones de euros de entonces a los apenas 826.000 euros actuales. La tendencia es similar en las operaciones de ampliación de capital, que han pasado de movilizar 4,1 millones a solo 1,1 millones, evidenciando que tanto los nuevos proyectos como los ya existentes operan con un músculo financiero más limitado.
Si se acorta el foco al último año, el escenario es mixto. La comparación de julio de 2025 con julio de 2024 refleja una notable estabilidad en la creación de empresas, con 38 nuevas firmas frente a las 37 del año anterior. De hecho, el capital inicial para estas nuevas sociedades creció un 62,3% en la comparativa interanual.
No obstante, otros indicadores clave arrojan sombras sobre esta aparente fortaleza:
El análisis detallado de las operaciones mercantiles del último mes ofrece una imagen clara del tipo de empresa que predomina en la provincia. El 100% de las operaciones se concentró en un único tipo de sociedad, la más común entre pymes y autónomos.