No existen las musas, los duendes, la inspiración ni otras pamplinas, que no pocas veces utilizamos como retórica banal, saliéndonos por la puerta de atrás de la palabrería
En la jerga taurina, disposición es un estado de ánimo especial que propicia estar ante el toro con relativa tranquilidad y claridad de ideas. Un curtido y experto aficionado lo nota y percibe casi en el paseíllo. Su rostro revela una innata concentración, y su mirada en el horizonte, solo es visible para él. Sabe que esta entre la razón y la contenida tensión y que va a salir a por todas. Se siente responsable, pero sin que esta sea capaz de atenazar su pulso. A la primera ocasión interviene, sea en quite o en cualquier ayuda. Siempre está situado en los lugares de peligro y, aunque está cerca del toro, no muestra excesivas precauciones. Las cuadrillas mismas lo notan y se sienten seguros a su lado. Por lo general su capote es el primero en los compromisos. Y, es que la disposición, da agilidad a los pensamientos y a las piernas. Lo contrario es ausencia, plomizo, estar de trámite, es decir llevar el traje puesto, pero haber dejado el torero en el hotel.
Esa forma de comportarse, es privativa de los que se sienten “a gusto” dentro del traje de torear, en la plaza y ante el toro. Es la torería, esa que conserva la moral, aunque a veces se pinche en hueso. No existen las musas, los duendes, la inspiración ni otras pamplinas, que no pocas veces utilizamos como retórica banal, saliéndonos por la puerta de atrás de la palabrería. Si la voluntad de hombre en plenitud no se sustenta en la constancia, afición, orgullo y otras cualidades, que un buen torero alcanza cuando está en plenitud de su madurez y centrado plenamente en su afición. Posiblemente, pocos se fijan en estas cosas, quizá minucias, pero muy indicativas y de las que hay que gozar. La fiesta ofrece multitud de facetas y hay que fijarse bien para probar que te gustan. Observen durante un rato a cualquier torero, y descubrirán detalles que lo retratan. Podrá parecerles simple, pero es muy interesante. Tan interesante como este cartel, que arranca este fin de semana resulta agradable la recuperación de Morante, junto a un animoso y entregado Ismael Martín y este mozo Marco, todo empuje y vitalidad, al que le llueven los contratos.
Del ganado no espero mucho, pero espero equivocarme. ¿Y que pasó? Pues lo que no pocos nos temíamos, respecto a Morante, que fue recibido con honores, y despedido con bronca, por la sencilla razón de que nada más salir su primer toro que luego fue devuelto, le arrearon una vara descomunal y el animal que tenia poco se inutilizo. En su segundo lo fijo de capa, pinceladas sin mucho ajuste dos remates de dulce, una serie de buen tono al natural, y algunas cositas con su sello, mato de trasera en los blandos, y saludo una ovación. De su segundo oponente, tras aparecer fuerte viento, y la lluvia fueron elementos suficientes, para que el de la Puebla dijo 'me voy, se fue abroncado'.
Ismael Martín, ya quedo dicho en otras actuaciones, tiene una entrega, una alegría y una disposición que engancha, los pares en banderillas algunos “reguleros”, pero otros saca a relucir su raza, y consigue conectar muy bien con el público, la faena de su primero, que brindó a Morante, arrancó de hinojos, le endilga una buena serie de derechazos, a la corta embestida, le pone ganas y con ese torrente de entrega logra muletazos solventes de buena factura y conexión con el tendido, se tiro a matar, ejecutando con limpieza la suerte y cobro una estocada entera un tanto caída, que no fue óbice para que le pidieran las dos orejas. En su segundo iba en la misma línea, variado de capote, lucido con los palos y en la muleta arranca bien conecta por el pitón derecho tirando de la pastueña embestida, pero de estas, que el manso animal se raja totalmente, también lo mato de efectiva estocada, hubo petición, pero no era procedente conceder el trofeo.
Cerró la terna Marco Pérez, que viene contando sus actuaciones con triunfos y, el menudo torero mirobrigense tuvo una muy sobresaliente actuación, variado de capote y tras un picotazo, doliéndose en banderillas, el toro humilla y tiene buena condición, aunque dura poco, en un remate le propina una espeluznante voltereta, que tras revisión, solo fue un golpe, que no arredra al joven espada, vuelve a la cara, pero por el pitón izquierdo no se confía, y con buenos y entregados derechazos, vuelve a conectar con el tendido, fue una faena con ciertos altibajos, mato de entera tendida y trasera, pero se le pidió la oreja, que hubo de conceder el presidente, sin mucho convencimiento. Pero fue en su segundo oponente donde Marco consiguió llegar al tendido con el ánimo y la torería por bandera, siguió muy variado de capote, y tras una vara leve, y buen tercio de banderillas, inicia una faena con mucho empaque, bien argumentada y series de mucho fuste, con temple y hondura en los remates, siempre muy encajado, asentado y relajado tira de la embestida de un animal que comienza a rajarse, en estas ha dejado de llover, y la plaza se ve mermada de espectadores muy mojados le piden dos orejas con mucha fuerza tras matar de una estocada entera en buen sitio. Y nueva puerta grande, y van mañana caballitos y el tiempo cambiando.
Ficha del festejo= se lidiaron toros de García Jiménez- de escasa presencia, manejables flojos, y rajados
Morante de la Puebla Ovación y bronca
Ismael Martín dos orejas y ovación tras petición (salió a hombros)
Marco Pérez oreja y dos orejas salió en hombros.
La Glorieta = rozó el lleno completo, en tarde de bochorno, aire y lluvia.
Fermín González salamancartvaldia.es