Durante los distintos misterios se pidió por los enfermos, por los niños y jóvenes de la Parroquia o por las personas que colaboran con la misma
En una mañana ligeramente fresca, aunque despejada (poco a poco fue saliendo el sol), la Parroquia de San Andrés de Ciudad Rodrigo abrió el día grande en honor a la Virgen de la Peña de Francia con el tradicional Rosario de la Aurora por las calles de su barrio, al que se animaron a acudir unas 80 personas (una veintena más que el año pasado), todas ellas mujeres salvo alguna mínima excepción.
El punto de encuentro de todas esas fieles en la mañana del lunes fue la Iglesia Parroquial, donde con gran puntualidad les dio la bienvenida el párroco, Tomás Muñoz Porras, para iniciar el rezo de los Misterios Gozosos. Como en los dos años previos, el primero de los Misterios se rezó en el interior del templo, antes de abrirse la puerta principal para continuar por las calles.
Este trayecto callejero, presidido por el estandarte de la Virgen de la Peña y comandado por el párroco, transcurrió por las calles San Antón, Caños, Mateo Hernández Vegas, Santa Clara y San Antón. Como el recorrido fue ligeramente más corto que el que se hacía antiguamente (en el que se llegaba hasta la calle San Fernando), el cuarto misterio se completó a las puertas de la Iglesia, y el quinto se rezó íntegramente en su interior.
A lo largo de estos Misterios se fue pidiendo por los enfermos, por los niños y jóvenes de la Parroquia, o por las personas que colaboran a lo largo del año con la misma, además de dedicar un Ave María a las Hijas de la Caridad al pasar por delante de su casa. Concluido el rosario, se ofició una eucaristía. Con la habitual mayor pomposidad, los actos centrales en honor a la Virgen de la Peña se desarrollarán a las 19.15 horas de la tarde del lunes, con una misa seguida de la habitual procesión.