VÍDEO | Talavante, el caballo con sangre de duques y nombre de torero que reina en Salamaq

Un murmullo constante de admiración, el sonido de los obturadores de los móviles y una fila casi permanente de curiosos rodean una de las cuadras del recinto ferial. El protagonista no es una maquinaria de última generación ni una res de peso récord, sino un imponente semental de estampa casi mítica: Talavante. Este ejemplar de Pura Raza Árabe se ha convertido, por derecho propio, en una de las grandes sensaciones de Salamaq, atrayendo todas las miradas por una morfología que evoca la nobleza y la historia de su linaje.

Su propietario, Manolo Herrero, atiende a las incesantes preguntas de los asistentes con el orgullo de quien sabe que no está exhibiendo simplemente un animal, sino la culminación de una historia de pasión y genética. La expectación ha sido mayúscula, en parte por la singularidad del ejemplar en la región.

La presencia de un Pura Raza Árabe de esta categoría es un acontecimiento en sí mismo en la provincia. "Es una raza que no es muy usual en esta zona", explica Herrero, consciente del impacto que su caballo ha generado entre los visitantes. El éxito es palpable y se refleja en la actividad que genera: "Me está escribiendo mucha gente, me mandan selfies ahí en la cuadra, y veo que está todo lleno de gente", comenta el propietario, confirmando el revuelo que Talavante ha causado desde su llegada.

Un nombre forjado en Las Ventas y una promesa cumplida

La historia de Talavante, nacido en 2009, comienza mucho antes, concretamente en la plaza de toros de Las Ventas en Madrid. Su nombre no es un capricho, sino un homenaje a una figura del toreo y una promesa personal de su criador. Herrero revela la anécdota que bautizó a su futuro campeón, una conexión directa con el matador Alejandro Talavante.

Todo nació tras una actuación memorable del diestro en Las Ventas. "Le vi la faena de novillero en Madrid, y aunque no salió a hombros le dije: 'como consiga un animal que me guste, le pondré Talavante'". En aquel momento, reconoce, "el apellido sonaba fatal", pero la promesa quedó sellada. Años después, al nacer un potro que cumplía todas sus expectativas, no dudó en cumplir su palabra.

Más allá de su nombre torero y su imponente físico, el verdadero tesoro de Talavante reside en su árbol genealógico, un mapa genético que recorre la historia de la cría del caballo árabe en España. Su linaje es una confluencia de las sangres más puras y antiguas, un legado que lo convierte en un ejemplar de valor incalculable.

El último legado de 'Cabaretto'

Por parte de padre, es hijo de Cabaretto, un semental legendario que falleció con 30 años. La importancia de este antecesor es capital, como subraya Herrero: "Cabaretto reunía las dos mejores líneas de Yeguada Militar y de Ibarra en raza árabe". Esto significa que en sus venas corre la esencia de dos de las ganaderías fundacionales más prestigiosas del país. El destino, además, le reservó un papel especial. "El último hijo que dio el Cabaretto es el mío", confiesa su propietario, destacando la fortuna de haber podido criar al último vástago de una leyenda.

La línea materna no se queda atrás. Su madre es Ligeira, una yegua con el hierro del prestigioso criador portugués Fernando Pereira Palha, de Quinta Da Foz. Esta línea aporta una conexión directa con una de las ganaderías más aristocráticas de la historia de España. "A su vez viene todo lo antiguo del Duque de Veragua", señala Herrero, refiriéndose a una de las yeguadas más influyentes y antiguas.

Lo verdaderamente extraordinario, y lo que convierte a Talavante en una joya genética, es cómo ambas líneas convergen en el mismo origen noble. "Los ancestros, por parte de madre y por parte de padre, son los mismos, los del Duque de Veragua", confirma Herrero. Esta concentración de sangre ha dado como resultado un animal que no solo es bello, sino que es un depositario viviente de la historia del Pura Raza Árabe en la Península ibérica.

Este linaje excepcional no ha pasado desapercibido para los expertos ni para la organización de Salamaq. La presencia de Talavante ha sido recibida como un honor para la feria, un hecho que subraya su importancia. "El día que lo llevé fueron varias autoridades y gente del mercado a darnos las gracias por traer este ejemplar", relata Manolo Herrero con emoción. Este gesto institucional pone de manifiesto el valor que un animal de esta categoría aporta a la exposición, elevando su nivel y ofreciendo al público la oportunidad única de contemplar un pedazo de la historia equina de España.

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