Con el lema ‘Un colegio con alma, un equipo con pasión’, Misioneras-Santa Teresa afronta un curso en el que cerrará el proyecto Design for Change
La festividad de la Virgen de la Peña de Francia propicia que los escolares de Educación Infantil, Especial y Primaria de Ciudad Rodrigo tengan un día más de vacaciones de verano que, por ejemplo, el resto de escolares de estas etapas de la comarca mirobrigense, que deben volver a las aulas este lunes. De este modo, en Ciudad Rodrigo los colegios no reabrirán sus puertas hasta el martes, para un curso 2025/2026 en el que se hacen especialmente notables la bajada tanto de la población en general como de la natalidad en particular.
A falta de posibles matrículas de última hora (de hecho en la mañana del viernes todavía se estaban formalizando algunas), el Colegio San Francisco pierde la barrera de los 300 alumnos, contando con 290 frente a los 320 del curso anterior, mientras que el Colegio Miróbriga se queda al borde, ya que pasa de 325 a 301, con el matiz de que éste centro cuenta con el añadido de la etapa de 0 a 3 años (en la que por ejemplo está llena el aula de niñ@s de 1 año).
Pese a todo, por el momento mantienen los dos grupos en todos los niveles salvo en 3 años, y en 5 años en el Colegio Miróbriga (en San Francisco lograron finalmente salvar los dos grupos). En lo que respecta al Colegio Misioneras de la Providencia-Santa Teresa, con un total de 180 alumnos de Infantil y Primaria, su grupo de 3 años va a ser muy numeroso, con 21 pequeños, que forman parte del total de 30 caras nuevas que van a tener este curso entre todas las etapas. Por ejemplo, crece el número de alumnos de 2º de Primaria, lo que hace que se les hayan concedido 16 horas de desdoble para las asignaturas instrumentales.
Mientras tanto, el Colegio Arrabal del Puente cuenta con 30 matriculados, siendo una vez más el objetivo de partida que acudan regularmente a clase, como señala a Ciudad Rodrigo Al Día la nueva directora del Colegio, Ana Santos, quién resalta que “voy a darlo todo” por el centro. Según explica, el miércoles mantuvieron una reunión con las familias de los alumnos, que se mostraron “receptivas” al planteamiento de curso realizado.
Al respecto, Ana Santos reflexiona que “las familias son las que hacen el cole, son las que tienen que traer a los niños, y nosotros ofrecer una metodología atractiva para que se sientan valorados”, y que acudan a clase “a disfrutar y a aprender”. Para cumplir estos objetivos, tienen entre sus proyectos integrar a las familias dentro de la vida del colegio, trabajar en varias asignaturas por proyectos con una metodología activa, y hacer salidas que les puedan ser útiles para su vida diaria (como ir a un supermercado).
De esta tarea se va a encargar un equipo de un total de 10 profesores, la mitad de ellos a tiempo completo (los otros 5 tendrán jornada partida o compartida con otros centros). Entre estos profesores hay algunos que ya han estado en este Colegio mientras que el resto debutan, configurando en conjunto “un equipo que vamos a luchar por este colegio para que se nos conozca de otra forma; que no lo señalen como colegio donde no se puede convivir”.
Hablando de profesorado, tanto San Francisco como Miróbriga dan este año un notable paso adelante en la consolidación de sus plantillas, y además con bastantes mirobrigenses. Así, en el Colegio Miróbriga, mientras que otros años tienen unas 10-12 caras nuevas entre los docentes, este año apenas cuentan con 5 novedades, “lo que viene bien para todo”, como apunta el director, José Manuel Herrera. En total, este centro tendrá 36 docentes, uno menos que el curso pasado (al no contar con dos aulas de 3 años).
Mientras, en el Colegio San Francisco, hay un mayor número de nuevos docentes este curso que en el Miróbriga, pero con ello se va a terminar de configurar una plantilla “casi 100%” con destino definitivo, como explican la secretaria, Paloma Gutiérrez, y la jefa de estudios, Raquel Rodríguez. En total, la plantilla de este Colegio está compuesta por 31 docentes (más los de Orientación).
Como es habitual, todos los colegios ya tienen pensadas líneas de trabajo para este curso, con temáticas en torno a las cuales girarán momentos significativos del curso como la Navidad, el Carnaval o las Jornadas Culturales. En lo que respecta al Colegio Miróbriga, este año apuestan por los viajes (ya tienen los primeros elementos decorativos colocados) con una visión amplia, desde medios de transporte a continentes (cada ciclo representará a un continente).
En el Colegio San Francisco, la temática escogida para este curso será el amplio mundo del circo. Como otras líneas de trabajo, tienen previsto incluir talleres de Office365 en 2º y 3º de Educación Primaria, y talleres de robótica en todos los ciclos. Enlazándolo con ello, el centro quiere participar un año más en la First Lego League (en varios niveles).
En lo que se refiere a Misioneras-Santa Teresa, las actividades seguirán el lema escogido para este curso, que es Un colegio con alma, un equipo con pasión. En este centro también van a afrontar la recta final del proyecto Design for Change propuesto por el Ayuntamiento (está previsto que la sesión final tenga lugar este mes de septiembre), y van a llevar a cabo un proyecto denominado DigiCraft.
En torno a las novedades ‘físicas’ en Misioneras-Santa Teresa, durante este verano ha continuado la renovación del mobiliario de las aulas, incluyendo la colocación de elementos de seguridad en ventanas. Respecto a los colegios públicos, la mayor parte de las novedades se han centrado en el Colegio San Francisco (al no haber acogido Conciliamos), dándole las gracias desde el centro al Ayuntamiento porque “las obras están muy bien”.
Una de esas novedades es la extensión de una solera de hormigón sobre la que diseñarán juegos para seguir avanzando en los recreos ‘inclusivos y dinámicos’. Como novedad propia, el pasado martes se estaba trabajando en terminar de configurar un rocódromo en uno de los porches del patio.
Mientras, en el Colegio Miróbriga, tras el cambio de nueve ventanas durante la época veraniega, la siguiente intervención prevista es la desaparición de unas antiguas duchas con las que contaba el gimnasio (que ya no funcionaban), creándose en su lugar espacios para el almacén de materiales de Educación Física. Por último, en el Colegio Arrabal del Puente, la principal novedad es la renovación del suelo del parque infantil, teniendo previsto el nuevo equipo del Colegio “intentar darle una vuelta” al centro a nivel de espacios y materiales.