Más de 2.000 personas abarrotan el anillo de exhibiciones para ver a los alumnos de la Escuela de Tauromaquia Álvaro Rojo, Diego Mateos e Íñigo Norte, que han cortado dos orejas cada uno.
La tauromaquia tiene futuro y en Salamanca ha quedado demostrado con una fuerza arrolladora. El anillo de exhibiciones del Recinto Ferial se ha quedado pequeño este sábado para acoger a los más de 2.000 aficionados que han abarrotado sus gradas para presenciar la clase práctica de los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Salamanca, en una tarde que se ha saldado con un triunfo artístico y un respaldo social abrumador en el marco de Salamaq.
El éxito no fue individual, sino colectivo, un reflejo del gran trabajo que se realiza en la escuela que este año cumple 40 años. Los tres protagonistas de la tarde, Álvaro Rojo, Diego Mateos e Íñigo Norte, demostraron su valía y su buen hacer frente a los novillos de la ganadería de Julián Escudero. La entrega y el buen toreo de los tres jóvenes se vieron recompensados con el reconocimiento del público, ya que cada uno de ellos paseó las dos orejas de su oponente.
Más allá del éxito en el ruedo, la gran noticia de la jornada fue la imagen de las gradas. Desde mucho antes de las 19:00 horas, el goteo de público era incesante, hasta completar el aforo de más de 2.000 personas y colgar el cartel de 'no hay billetes'. Familias enteras, con una notable presencia de niños, jóvenes y mayores, no quisieron perderse la oportunidad de ver en acción a las futuras promesas, en una clara demostración del arraigo y el interés que la tauromaquia sigue generando en Salamanca.