El torero salmantino, triunfador absoluto de la feria, fue agasajado por cientos de jóvenes a la salida de la plaza de toros en busca de un autógrafo
La escena del vídeo habla por sí sola. Corresponde a los minutos posteriores a la salida en hombros por la puerta grande de la plaza de toros de Guijuelo del torero Manuel Diosleguarde tras haber cortado cuatro orejas en una tarde rotunda.
Cuando Diosleguarde llegó a su furgoneta de cuadrillas cientos de jóvenes y niños le esperaban en busca de un autógrafo de su ídolo. Siempre con una sonrisa, como si de una estrella de la música se tratase, atendió durante varios minutos Diosleguarde a todos aquellos que así lo requirieron, en una escena que hace mucho bien a la tauromaquia y al futuro de la fiesta.
Como queda demostrado, los toreros son ídolos de una nueva hornada de jóvenes que los toma como referentes. Más aún un Manuel Diosleguarde que siempre ha sido muy querido en Guijuelo y donde se le considera toda una figura del toreo.