En un comunicado señalan que El Payo “no tendrá suficientes palabras para agradecer cómo nos habéis tratado”
> El Ayuntamiento de El Payo difundió en la tarde dominical un comunicado, en nombre de toda su población, tras los angustiosos días que les ha tocado vivir producto del incendio declarado en la localidad el viernes a última hora de la mañana. En este escrito, que reproducimos íntegro más abajo, se relata cómo la localidad se empezó a movilizar cuando aparecieron las llamas (“una vez más, los del Payo se ayudaban entre ellos”) y posteriormente, cómo se vivió la evacuación de la población.
En este punto, se ensalza la acogida brindada por Fuenteguinaldo y Robleda: “con qué cariño y diligencia nos estaban esperando; no faltaba de nada”, resaltando que El Payo “no tendrá suficientes palabras para agradecer cómo nos habéis tratado”, de tal modo que a partir de ese viernes 15 de agosto “no sois solo pueblos vecinos, sois pueblos hermanos”. Este es el comunicado íntegro:
El 15 de agosto no pudimos disfrutar del día de fiesta que, como muchos pueblos, teníamos preparado.
En otros tiempos el cura habría mandado “tocar las campanas a arrebato” para dar la alarma y avisar a la población. Sin embargo, eran los mensajes vía WhatsApp y las llamadas las que nos avisaban de que había fuego en Payo. Eran las 13.18.
Muy rápido el fuego se propagó y se acercó peligrosamente al pueblo. Temíamos por los establos de algunos vecinos y por las casas más cercanas. Rápidamente los hombres se pusieron a trabajar; salieron al campo con calabozos, hoces y herramientas de siempre para apagar llamas y evitar que la tragedia fuera mayor. Una vez más, los de Payo se ayudaban entre ellos; esto es algo que nos caracteriza. A ellos se unieron tractores y maquinaria específica de aquí y de otros lugares mientras llegaban los primeros efectivos contra los incendios.
Pasaban las horas y el miedo se iba haciendo tan denso como el humo que se veía. La Guardia Civil recibió la orden de evacuar a la población. Nos informaron de que había que marcharse y que nos recibirían en Fuenteguinaldo y Robleda.
Esa tarde será difícil de olvidar. El miedo se unía a la tristeza cuando se cerraban las casas. Se notaba la rabia y la impotencia, pero también la esperanza. Así somos en Payo.
Y aprendimos otra lección: se sabe que los vecinos siempre están ahí, pero se toma conciencia de lo que esas palabras significan cuando ocurre una tragedia como esta. Con qué cariño y diligencia nuestros vecinos de Robleda y Fuenteguinaldo nos estaban esperando. No faltaba de nada. Personas particulares y Ayuntamientos se movilizaron para hacernos más llevadero el trago. Tuvimos también la ayuda de Cruz Roja que allí estaba coordinando y preparando para lo que era inevitable: pasar la noche fuera de casa.
El Payo no tendrá suficientes palabras para agradecer cómo nos habéis tratado. Absolutos desconocidos dándonos de comer y beber de todo lo que tenían en casa. Con qué cariño atendían a nuestros mayores. Entendisteis nuestra desazón y no nos faltó la mano invisible de la solidaridad entre pueblos.
Mientras, en el pueblo, el Montero, la guardia civil y los operativos forestales peleaban por evitar que las llamas alcanzaran nuestras casas, a veces poniendo en riesgo su propia seguridad.
Por todo ello, queremos daros las gracias en mayúsculas.
A los pueblos de Fuenteguinaldo y Robleda: desde este día 15 de agosto de 2025 no sois solo pueblos vecinos; sois pueblos hermanos.
Recibid todos nuestra gratitud y aplauso.
El pueblo de El Payo