El fuego originado en San Cristóbal de los Mochuelos supera las cifras del desastre de Monsagro de 2022; la situación es "favorable", pero la previsión de "fuertes vientos" mantiene la alerta
El incendio forestal originado en San Cristóbal de los Mochuelos, en el término municipal de Cipérez, se ha convertido en el más grande registrado en la historia de la provincia de Salamanca. Las llamas han arrasado ya una superficie estimada de 10.500 hectáreas, una cifra que marca un trágico récord para la provincia.
La situación actual es calificada de "favorable" por los equipos de extinción, aunque la jornada se presenta crítica ante la previsión de "fuertes vientos" que podrían complicar las labores para estabilizar su "muy grande" perímetro.
El dato ha sido confirmado por el director técnico del incendio, César Prieto, quien, según recoge Europa Press, ha actualizado la superficie afectada en la mañana de este domingo. Con 10.500 hectáreas, este desastre supera con creces las más de 8.600 hectáreas que calcinó el incendio de Monsagro en el verano de 2022, que hasta ahora ostentaba el peor registro en la historia reciente de Salamanca.
El objetivo principal de esta jornada es lograr la estabilización del perímetro, una tarea compleja debido a su gran extensión y a las condiciones meteorológicas adversas que se esperan.
A pesar de la magnitud del incendio, el director técnico ha indicado que la evolución durante las últimas horas es "favorable". Sin embargo, ha lanzado una advertencia clara: "Esta tarde se prevén vientos fuertes que pueden complicar" las tareas de control y extinción.
La prioridad de los efectivos es asegurar los flancos y evitar posibles reactivaciones que puedan ser impulsadas por el cambio en el viento, un factor que a menudo resulta determinante en la evolución de los grandes incendios forestales.
El fuego, que comenzó en pasado miércoles, 13 de agosto, alcanzó el nivel 2 de peligrosidad el día 15, y ha llegado ha movilizar hasta 65 medios de extinción.
Para hacer frente a las llamas, en la zona se mantiene un importante operativo de extinción que trabaja sin descanso para controlar el avance del fuego. Según la información oficial, el dispositivo actual está compuesto por: